Uno de los rincones más desconocidos y menos transitados del Casco Histórico es el conjunto de callejas agrupadas bajo el nombre de las Siete Revueltas, que empiezan justo enfrente de la iglesia de Santiago y van trazando varios ángulos y dejando callejones sin salida hasta desembocar en la calle Alfonso XII (la que va de San Pedro a Derecho).
Este olvidado lugar albergó en su día el caso de mayor longevidad de la ciudad de Córdoba, registrado por el censo de 1718. Habitaban estas callejas unas veinte personas de origen africano (aunque llaman la atención sus nombres, españoles, quizás por nacimiento en colonias o por un cambio posterior), una de las cuales, María de la Encarnación, contaba ciento catorce años de edad. Su vecina Ana Catalina la seguía con ciento cinco, según cuenta Ramírez de Arellano en los Paseos.
Pero sin duda lo más importante de las Siete Revueltas es la llamada Casa de las Campanas, que toma su nombre de su antiguo uso como fundición, y que constituye una de las joyas de la arquitectura civil cordobesa. Es de estilo mudéjar, del siglo XIV, y las arquerías y elaborados relieves la hacen comparable en valor a la Casa del Indiano. Hoy día está dedicada a la Biblioteca Viva de Al Andalus, así como a festivales de música y otros actos culturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario