Mañana del lunes 1 de marzo. Antonio Torralba, de "Cinco Siglos", nos envía una pequeña crónica del concierto desde Sarajevo, y algunas fotos:
Ubicado junto a la catedral en unos antiguos baños turcos, el Instituto Bosnio alberga en sus elegantes salas singulares testimonios de la artesanía, la historia, la literatura y los tradicionales modos de vida del pueblo bosnio. La más noble de esas salas congregó ayer bajo su doble cúpula a un numeroso público (entre el que se encontraban los embajadores de EEUU, Austria y España) dispuesto a escuchar las lecturas instrumentales de romances sefardíes que "Cinco Siglos", en formación de sexteto, había preparado para la ocasión.
Melodías del acervo cultural de las comunidades de Salónica, Tetuán o Tekirdag llenaron durante una hora el auditorio del Bosniak Institute y la imaginación de unos asistentes cuyas vidas transcurren en uno de los espacios geopolíticos más complejos del planeta. Largamente aplaudidos, estos "Sones de Sefarad" hicieron especial efecto en un grupo humano a menudo olvidado de entre los que tejen el entramado social de la castigada ciudad de Sarajevo, los viejos judeoespañoles que se reúnen en un centro cultural cuyo nombre es también un manifiesto: "La Benevolencia".
Noche del domingo 28. El concierto ha terminado con lleno hasta la bandera y gente fuera por falta de espacio. Por lo visto, ha asistido hasta el embajador de EEUU en Bosnia. El grupo está satisfecho por el público y por la acústica del auditorio. Ya contarán con más tranquilidad.
Ubicado junto a la catedral en unos antiguos baños turcos, el Instituto Bosnio alberga en sus elegantes salas singulares testimonios de la artesanía, la historia, la literatura y los tradicionales modos de vida del pueblo bosnio. La más noble de esas salas congregó ayer bajo su doble cúpula a un numeroso público (entre el que se encontraban los embajadores de EEUU, Austria y España) dispuesto a escuchar las lecturas instrumentales de romances sefardíes que "Cinco Siglos", en formación de sexteto, había preparado para la ocasión.
Melodías del acervo cultural de las comunidades de Salónica, Tetuán o Tekirdag llenaron durante una hora el auditorio del Bosniak Institute y la imaginación de unos asistentes cuyas vidas transcurren en uno de los espacios geopolíticos más complejos del planeta. Largamente aplaudidos, estos "Sones de Sefarad" hicieron especial efecto en un grupo humano a menudo olvidado de entre los que tejen el entramado social de la castigada ciudad de Sarajevo, los viejos judeoespañoles que se reúnen en un centro cultural cuyo nombre es también un manifiesto: "La Benevolencia".
Noche del domingo 28. El concierto ha terminado con lleno hasta la bandera y gente fuera por falta de espacio. Por lo visto, ha asistido hasta el embajador de EEUU en Bosnia. El grupo está satisfecho por el público y por la acústica del auditorio. Ya contarán con más tranquilidad.
Minaretes y campanarios en Sarajevo
Tarde del domingo 28. Acompañados por personal de la Embajada, andan los integrantes del grupo conociendo un poco mejor la capital bosnia y visitando su casco histórico, muy reconstruido según me cuenta Dani Sáez, aunque mantiene en muchos casos las huellas de los tiroteos en las fachadas. Encajonada entre altas montañas, Sarajevo se va extendiendo de una manera un poco anárquica a lo largo del valle y por la parte baja de las laderas, sin demasiada planificación.
En su paseo han conocido uno de los lugares más impactantes de la capital: el Bulevar Mese Selimovica, que en tiempos de la guerra fue conocido como Sniper Avenue, la avenida de los francotiradores, por ser uno de los lugares más vulnerables para los habitantes de la ciudad sitiada.
La rueda de prensa de la mañana, con sus pequeños fallos de organización, ha venido seguida de los actos de clausura del Festival, que termina hoy. Y a estas horas, estará el grupo ensayando en el Bosniak, preparándose para el recital "Sones de Sefarad", que contará con unos invitados de excepción: los integrantes de una pequeña comunidad sefardí que sobrevive en Sarajevo, alguno de cuyos miembros conoce, mal que bien, nuestro idioma. Una pieza más en el enorme rompecabezas étnico de Bosnia-Herzegovina, el gran problema sin resolver de este país, el origen del laberinto de odio que le llevó al pozo de la guerra. Esta noche, la música del pasado más remoto sonará en Sarajevo a camino de futuro: sólo la convivencia y el respeto a lo diferente conseguirá cerrar las heridas.
Madrugada del domingo 28. Me escribe el infiltrado en "Cinco Siglos" desde Sarajevo, ya están allí descansando. Finalmente parece que sí habrá posibilidad de comunicarnos. Ha sido un viaje larguísimo, de todo el día, con escala incluida en Viena para probar el chocolate local...
Pero probablemente más intenso será el día de mañana (ya hoy) domingo. Comenzará con una rueda de prensa a eso de las 10.00, hora local, y a las 17.00 ya estarán en el lugar del concierto, el Bosniak Institute, para empezar los ensayos que se extenderán durante las dos horas previas a la actuación.
Además de por aquí, también se les puede seguir la pista en su muro de Facebook.