Premio Nobel de Medicina y Fisiología, asturiano, fallecido en 1993. Uno de los españoles más importantes del siglo XX, investigador incansable en Biología Molecular y Bioquímica y Doctor “Honoris Causa” por la Universidad de Córdoba en el año 1989.
A finales de junio de 2007, una limpiadora, sordomuda, subió aterrorizada hasta la conserjería. En el semisótano había visto algo extraño. Acompañada por otra trabajadora, volvió a bajar, y señaló repetidamente al lugar en el que veía aquella figura, que nadie más conseguía distinguir.
Presa de la histeria, abandonó el escenario y prometió, aun costándole su puesto de trabajo, que nunca más volvería a aquel edificio. No fue hasta pasados unos días, en otras dependencias de la Universidad, cuando tuvo un segundo susto, en un pasillo, al observar colgada en la pared una foto que le resultó familiar. La mujer aseguraba que era el hombre que había visto en el pasillo del semisótano. Le informaron de que aquel hombre se llamaba Severo Ochoa.
Los trabajadores de servicios y muchos investigadores del módulo, que alberga los departamentos de Bioquímica, Biología Molecular y Biología Celular, manejan con abrumador desparpajo las palabras espíritu y fantasma, y coinciden en que nunca antes, ni después, ha habido un caso similar que haya turbado la calma del lugar. Del edificio C6, renombrado hace años, como reza el cartel de la entrada, como “Severo Ochoa”.
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