lunes, 16 de febrero de 2009

Milenario (5): la hora de la espada


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La noche es roja sobre Córdoba, las nubes bajas reflejan los colores de la guerra y el humo asfixia las esperanzas de decenas de miles de habitantes. Es la noche del 15 al 16 de febrero del año 1009, y los arrabales más orientales de la ciudad, aquellos que lindan con los palacios de Madinat al-Zahira, están en llamas.

Tal día como hoy, hace mil años, Córdoba despertó de una noche sin sueño, sin dencanso, sumida en el caos más absoluto y en medio de una espiral de violencia que culminaba años de miedo e inestabilidad. El frágil equilibrio que mantenía en pie la fachada del Califato había caído, en forma de revuelta popular contra el gobernador amirí, el odiado Sanchuelo, que se había llevado el ejército a una desastrosa campaña contra los reinos cristianos, y al que las noticias de la rebelión le obligarían a regresar a la carrera días después.

Muhammad ibn Abd al-Chabbar, al que la Historia recordará como Muhammad al-Mahdi, bisnieto del añorado Abderramán III, al frente de cuatrocientos guerreros y de las autoridades religiosas, tomó sin demasiada resistencia, en la tarde del día 15, la residencia oficial del hayib ausente. Cuando los soldados abandonaron Madinat al-Zahira, la turba enfurecida se entregó al saqueo. Durante cuatro días, con sus noches, las interminables riquezas acumuladas durante los gobiernos de Almanzor, Abd al-Malik y Sanchuelo, siempre bajo la autoridad nominal del Califa Hisham II, fueron repartidas entre los cordobeses que arruinaron el palacio. Antonio Muñoz Molina, en su "Córdoba de los Omeyas", nos habla de millón y medio de monedas de oro y dos millones de monedas de plata, así como innumerables tesoros y adornos de los más finos materiales. Los edificios fueron pasto de las llamas, destruidos hasta no quedar piedra sobre piedra. Ni siquiera hoy somos capaces de averiguar con seguridad dónde estuvo aquella ciudad palatina.

Mientras tanto, Muhammad se había dirigido al Alcázar en busca del Califa, de aquél que había traicionado, con su ineptitud, a su propia dinastía. Omeya contra Omeya, le exigió que abdicara en su nombre, y se convirtió así en el cuarto Califa. Hisham II quedó prisionero, ajeno al mundo como siempre lo había estado, pero esta vez a sabiendas de que, por fin, después de tantos años de esfuerzos involuntarios en esa dirección, había llegado al cénit de su reinado. Su obra estaba completa. Le fue legado un imperio, una cultura, una ciudad llena de sabiduría, un poderoso ejército y un fértil territorio. Ahora, la capital de ese imperio, una de las ciudades más fascinantes que habían conocido los tiempos, estaba en llamas.

Hace mil años, un 16 de febrero, al amanecer, el moecín subió al gran alminar de la mezquita mayor. Miró a levante, y no pudo nombrar a Dios. El humo tapaba el sol del nuevo día, y anunciaba la nueva era de la guerra. Cayó de rodillas y lloró con amargura.

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Línea temporal de la dominación musulmana (I y II)

10 comentarios:

Rafael Jiménez dijo...

Genial Puerta...podría ser el arranque de una novela histórica. Tu blog siempre tan ilustrativo!.

Miguel dijo...

Gracias por tu aportación.

http://unamiradadesdeelsur.wordpress.com/2009/02/17/las-dos-casas-del-agua-y-el-lago-subterraneo-de-las-tendillas/

Anónimo dijo...

He echado un vistazo al artículo de Miguel sobre la Casa del Agua, y quería hacer unas reflexiones sobre esta denominación. Creo que llamar a la casa que hay en la calle Juan de Mena como casa del agua es un error historiográfico que se ha ido transmitiendo popularmente con los siglos. Me explico: he leido con detenimiento los capitulos de los Paseos por Córdoba y en efecto, como ya indicaba PuertadeOsario, la Casa del Agua era la que se situaba donde hoy está el Palacio de Congresos frente a la Catedral. Esta casa fue propiedad del deán Juan Fernández de Córdoba, un libertino arrepentido a la vejez que se dedicó a sufragar obras pias como expiación a sus pecados. Este señor poseía, por otra parte, su casa principal -un palacio por sus dimensiones y lujo- en la que es hoy plaza de la Compañía, con un postigo que abría a la calle Juan de Mena. La propiedad junto a la Catedral la dedicó a Hospital y Casa de Expósitos, y su casa palacio la donó a los jesuitas para su establecimiento en Córdoba, configurándose la iglesia de la Compañía y el colegio adyacente.
Por todo esto deduzco que, al ser ambas propiedades del mismo dueño, se confundió la casa del agua con su propiedad de la calle Juan de Mena, fundándose este equívoco en la existencia de un algibe en una casa de dicha calle.
Y por último, doy por sentado el hecho de que la Casa del Agua original es la situada junto a la catedral porque, si volvemos a los Paseos, vemos como el antiguo emplazamiento del hospital de San Sebastián fueron las Casas del Lavatorio, situadas en el lado opuesto al actual. Estas denominaciones nos están indicando la pervivencia en el tiempo del recuerdo del antiguo uso que tuvieron los inmuebles allí situados en época islámica. Es decir, Almanzor, cuando amplía la mezquita, construye tres salas de abluciones situadas en las calles este, norte y oeste que rodean el monumento. El solar denominado como Casas del Lavatorio es el que hoy alberga la ampliación del hotel Conquistador, que como sabemos integra los restos de una de estas salas de abluciones. Por esto pienso que la denominación Casa del Agua, la cual estaba en el lado este de la mezquita, nos indica también el origen de sala de abluciones o quizás también baño islámico. Por otra parte, la sala de abluciones norte, pudo ser el baño conservado en la calle Velazquez Bosco -frente a la calleja de las flores-, aunque esta cuestón no está muy clara.

Puerta de Osario dijo...

Pues me parece muy razonable, sobre todo teniendo en cuenta que al hablar de la calle Juan de Mena no hace ninguna referencia al nombre "Casa del Agua".

Dr. Mabuse dijo...

Como dice Rafael, la novela histórica te podría reportar importantes beneficios... Muy oportuno tu recordatorio de esta efemérides. Deseo no tener que esperar hasta 2031 para leerte un relato similar relativo a la disolución definitiva del Califato. Un saludo.

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
El dia 15 de Febrero de 1009 fue evacuada y saqueada por el populacho al-Madina al-Zahira y su arrabal, llevandose columnas, maderas, pilas, puertas del alcazar llamado al-Hayibiyya etc.
Saqueo realizado bajo la direccion de Ibn al-Yabbar al-Mugira.

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Poco tiempo despues del domingo 5 de Noviembre del año 1010. Los bereberes entraron en Madinat al-Zahra´ despues de un cerco breve de tres dias,a continuacion hicieron de ella su cuartel general hasta la primavera siguiente en que la abandonaron y saquearon, al mismo tiempo las tropas del general Wadih saquearon al-Rusafa, a pesar de su belleza y hermosura, fue destruida e incendiada y talados sus arboles frutales por miedo a que los bereberes entraran por aquel lado contra el.
Los bereberes acentuaron el cerco a Cordoba y los cordobeses dirigidos por Wadih fortificaron los arrabales excavando un foso. Ese año de 401 (= Agosto 1010 a Agosto 1011) el rio Guadalquivir se desbordo inundando mas de mil casas en los arrabales e innumerables mezquitas y diques. Despues de un cerco de varios años, el dia 9 de Mayo del 1013 los cordobeses agotados y cercados, que no podian salir ni a la Musalla, fueron derrotados y se rindieron, empezando los bereberes el saqueo de los arrabales occidentales de Cordoba cuyos habitantes desde el primer momento fueron feroces enemigos de los africanos. Por eso escribia Ibn Hazm en su Yamharat ansab al-arab: "Sulayman al-Musta´in fue el hombre mas nefasto para al-Andalus y su pueblo, pues dio poder a su ejercito de bereberes quienes asolaron Madinat al-Zahra y a la poblacion de Cordoba, exepto la Medina y un extremo del yanib oriental y arrasaron las aldeas, casas y medinas de los alrededores llevando la desolacion a sus habitantes, con muerte y cautiverio, sin que el desaprobase ni rectificase nada".

Puerta de Osario dijo...

No encuentro ningún documento donde se llame "al-Mugira" a ibn al-Yabbar (= al-Chabbar).

Por otro lado, el último comentario podría dar lugar a confusión, es importante recalcar que habla sobre el saqueo de Medina Azahara, no de Madinat al-Zahira, que ocurrió varios años antes.

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Aclarando la primera duda.
El historiador magrebi Ibn ´Idari, tomandolo de Ibn ´Awn Allah (este autor es contemporaneo de Ibn Hayyan), nos cuenta asi:
"Cuando las gentes de az-Zahira vieron aquello ofrecieron rendirse y le pidieron a Muhammad b. Hisam, el sublevado, que les enviase un aman para entregarse a el y eso fue a la hora del mediodia del miercoles (17 de febrero de 1009) Al- Mahdi les expidio un aman confirmado que escribio de su (puño) y letra, y se lo envio. Entonces se le entregaron todos ellos y ´Abd al-Yabbar b. al-Mugira tomo posesion al punto del alcazar de az-Zahira. La plebe, desparramada por las zonas que habia por debajo de el (alcazar) saqueo alli lo que no se puede calcular. El se excusaba, sin razon, de impedirselo, a fin de lograr el lo que queria para si y de que lograsen los que el estimaba de su familia. Ellos estaban entonces en una situacion de estrecheses; asi pues consiguieron dineros, joyas y objetos de precio, que en su mayoria se apropio ´Abd al-Yabbar. La plebe arraso la mayor parte de los almacenes de ropa, tapices y muebles, perfumes, y adornos, tesoros, armas y municiones, sauqeo todo eso lo que Dios Altisimo sabe. No pudo sujetar sus manos sino al atardecer de la noche del jueves siguiente".

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Una poca de luz sobre al-Chabbar:
Muhammad II al-Mahdi, creo se llamaba
Muhammad ben Hisam ben ´Abd al-Chabbar, que fue asesinado el 23 de julio (8 dhu-l-hichcha) por unos oficiales eslavos, dentro del mismo Alcazar, y en presencia de Hisham II al-Mu´ayyad, fue un incompetente y estuvo dos veces en el poder, la segunda, fue muy corta.