miércoles, 9 de abril de 2008

La semilla de un símbolo

No sabemos si hubo sueño en la vida real o sólo en la mente creativa de algún poeta posterior. El caso es que Abderramán I "el Inmigrado" (Abd al-Rahman I al-Dajil) decidió, en el año 785 y tras veintinueve de reinado, emprender una obra que le permitiera honrar a Alá y que a la vez le garantizara la celebridad perpetua.

La versión más aceptada nos dice que compró a los cristianos cordobeses (a un precio más que digno, a pesar de no estar éstos en la mejor posición negociadora) su principal templo, el de San Vicente Mártir, erigido en el siglo VI y que creyentes de ambas religiones habían compartido tradicionalmente desde la conquista. Cien mil monedas de oro sirvieron para disponer de un solar junto al Alcázar emiral donde construir la nueva mezquita Aljama de la ciudad.

En tan sólo dos años, entre 786 y 788, cuando muere el emir, se levanta un primer bosque de columnas compuesto por once naves, en las que algunos historiadores han querido ver un reflejo del primitivo urbanismo romano, postulando que algunos kardines habrían quedado fosilizados en ellas.

Aquella primera mezquita era cuadrada, con setenta y cinco metros de lado ocupados por una parte destinada a la oración al sur y un amplio patio al norte. La nave central de las once era más ancha que las demás, y al final de ella se situaba el mihrab, el lugar más sagrado del templo, que sobresalía como un pequeño ábside en el muro sur o de la qibla.

Gracias al fulgurante ritmo de los trabajos, fruto de la reutilización de materiales de otros edificios de la ciudad, Abderramán I pudo orar en la Aljama, como en su sueño. Puedo escuchar la voz del moecín desde el primitivo alminar de unos treinta metros que presidía el conjunto. Y una última noche cerró los ojos en paz con su renacida dinastía, con su patria adoptiva y con su dios.

6 comentarios:

casandra dijo...

Hola amigo. Después de leer tu nueva entrada, me ha venido a la mente que leí en algunos viejos libros, que debajo del patio de los naranjos existe un gigantesco aljibe abovedado, que es un si mismo un bosque de columnas. Resulta increible porque nada hay reflejado de esto en libros recientes ni existen fotos del asunto. Vaya que pudiera ser como el lago de las tendillas.
Lo curiso del caso es que son varios los viajeros románticos que lo citan e incluso alguno asegura haberlo visitado.
¿Tú sabes algo sobre esto? ¿tienes datos?
Igual podría ser tema para un post.
saluditos.

Puerta de Osario dijo...

Pues lo tenía apuntado como tema para la gente que no lo supiera, pero no dispongo de más datos. Sólo lo que dice Salcedo Hierro en su libro de la Mezquita, que se conserva en un estado muy bueno y que corresponde a la ampliación de Almanzor, con lo cual digo yo que tomaría agua para los baños del hotel Conquistador, más que para aguantar un asedio dentro de la Mezquita, como he leído por ahí.

Yo no sé si dejar que se visite o no, que lo mismo en una semana han volado todos los capiteles que haya.

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Una religion, una arquitectura:
La religion islamica produjo una civilizacion perdurable y una cultura en la que se funden lo espiritual y lo temporal, y por ello, la vida y las expresiones artisticas de la comunidad musulmana, toda ella al servicio de la religion, estan permanentemente influenciadas por el Libro, el Coran, convirtiendose la mezquita en el objeto principal de la arquitectura. Pero, con la sencillez del Profeta, las primeras mezquitas no fueron grandes edificios ni lujosos centros solo religiosos, sino que tambien eran utilizados para otros muchos menesteres, como centros de reuniones, lugar para dar instrucciones a la comunidad, etc.
Siguiendo los canones, que con la evolucion posterior hicierno a estos edificios ricos y suntuosos, podemos describir las lineas maestras que configuran una mezquita: su planta se puede reducir a un recinto normalmente rectangular, compuesto de la sala de oracion en cuyo frente esta indicada la "qibla" o muro de orientacion hacia la Meca. Se completa con el patio o "sahn". En el centro de este patio se encuentran a menudo uno o varios estanques "mida" para recoger el agua que se utiliza en las abluciones, aunque estas se pueden llevar a cabo tambien en fuentes. Normalmente, a lo largo de los muros del sahn corria una galeria cubierta "mugatta", sostenida por pilares o columnas que dio origen a las primeras salas o naves "liwan" laterales que, con el paso del tiempo, llegaron a constituirse paralelas entre si y perpendiculares a la direccion de la qibla, formando un cuerpo cubierto en su totalidad o sala de oracion, independiente del patio. Todas las naves, pues, conducen al muro de la qibla en el que se abre un nicho "mihrab" en direccion a la Meca y el pulpito "minbar", todo precedido por la "maqsura" o espacio cerrado y protegido por estructuras de madera, lugar reservado para el Iman o conductor de la oracion. La nave central se levanta algo mas que las laterales a la vez que un poco mas ancha que estas y soporta una o varias cupulas y todo el edificio se embellece con alfombras, tapices, lamparas, lampadarios, etc. Completa el conjunto, en el exterior, el "alminar", construido habitualmente sobre el eje de la nave central, el mismo del mihrab, pero en el lado opuesto del patio a la sala de oracion.
Con todo ello, la mezquita se nos ofrece como una masa cerrada, Con poca perspectiva, rodeada muy frecuentemente por callejuelas estrechas a las que se abren sus puertas, a veces ricamente decoradas.
Tan ricamente decoradas como los interiores, en los que, ante la ausencia de representaciones de seres vivientes, la flora, la epigrafia y la decoracion geometrica se convertiran en puras creaciones del espiritu. Pero, ademas, la mezquita suele ser centro de enseñanza del Coran, surgiendo asi la llamada mezquita madraza, que se edifica sobre un esquema cruciforme en torno al patio de las abluciones y se convierte en el centro de la trasmision del pensamiento, en la escuela. Y a este proposito hay que dejar constancia tambien de las propias madrazas o escuelas de ciencias religiosas, que se edifican con sus dependencias en torno a un patio y, por supuesto, con su sala de oracion, mihrab, minbar y alminar. Completamos este estudio con el panorama de edificios religiosos, los pequeños oratorios: rabitas, ribat y zawiyas.
P/D.- El arte en el sur de al-Andalus por Enrique Pareja Lopez

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Amiga Casandra lamento desilusionarte, ni el aljibe es gigantesco, ni lo compone un bosque de columnas:
La estructura es original de Almanzor, el aljibe, conmemorado y celebrado en los textos historicos. Es un recinto cuadrado, de 14,50 m. de lado y 4,70 m. de alto, distribuido en nueve compartimentos iguales por cuatro pilares cruciformes, sobre los que descansan arcos de medio punto que, a su vez, apean bovedas de arista. Todo ello es de piedra franca recubierta de estuco rojo y tiene una capacidad aproximada de 700 metros cubicos de agua, se localiza a unos 5 m. de profundidad y cercana a la puerta de Santa Catalina, en la zona ajardinada.
P/D.- Como puedes apreciar, no es tan grande como creias, lo lamento, recibe un cordial saludo.

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Vamos en este estudio a tratar la arquitectura perteneciente a la construccion de Abd al-Rahman I.
Tratar de dar una imagen de la Mezquita mediante una descripcion, seria algo asi como intentar encerrar un universo de formas en un puño. La Mezquita no se describe o se escribe, solo se siente. El calculo de sus dimensiones, la disposicion y variedad de sus columnas, etc., nos pueden dar una idea de las formas que huyen, que se esfuman en multiples horizontes. Los arcos, que en realidad estan para sostener un armazon de aparente fragilidad pero enormemente solido, se superpone a la vista, se persiguen de forma caprichosa, frivola o juguetona.
La Mezquita primitiva ocupa el angulo noroeste del actual santuario. Forma un cuadrado casi perfecto; 76,70 por 75,73 metros. Once dobles arcos superpuestos de herradura y de medio punto, abren otras tantas naves enfiladas hacia la cabecera y cruzadas por doce travesias, 54 metros de profundidad por 80 de largo. La disposicion de sus columnas y arcos, la iluminacion a ras del suelo por la ofuscante luz venida del patio y los vislumbres alrededor que se filtran por las celosias de las fachadas, dan esa sensacion de naturaleza viva bajo penumbras crepusculares. Es por lo que muchos autores hablan del "bosque de palmeras" a modo de metafora, Gomez Moreno lo expresa asi: "Todo vaguedades de estructura determinado por entrecuzarse arcos calados y otros de apeo, sobre columnas y pilares voladizos, cerrandose con la masa de techumbre en plano horizontal oscuro, y un suelo como de terrizo a los pies, todo entre sombras, donde destacan el brillo de los marmoles, piedras doradas (...). Alli pudo sentirse fuera de toda realidad el hombre , quedar absorto y en condiciones de evocar lo suprasensible..."
Existen unas ciento cuarenta y dos columnas compuestas en cuatro piezas; basa, fuste, capitel y cimacio. Su altura es de 4,20 metros; hasta el techo 8,60 metros; el ancho de la nave central de eje a eje es de 7,85; las cuatro naves laterales siguientes a cada lado 6,85 metros; los extremos 5,35 metros; el grosor de los muros 1,14 metros. El suelo de argamasa muy floja como terrizos, con declive a la parte oriental, y tan mal nivelado que apenas sobresalen sus bases.
Las columnas tienen dimensiones parecidas pero labra distinta. Descansan sobre basas de diferente molduracion y altura, por lo que sobresaldrian mas o menos del pavimento, quedando algunas parcialmente enterradas. Se ocultaron todas en la primera ampliacion de la Mezquita. Hace pocos años se rebajo el piso de la parte primitiva para dejarlas visibles, por lo que hoy subsiste una pequeña diferencia de nivel, salvada con rampas, entre esta primitiva y las adiciones posteriores.
El diametro de los fustes, de marmol unos y de granito los restantes, varia entre 18 y 22 centimetros. Varios tienen estrias verticales y otros en espiral. Todos tienen su collarino labrado con el fuste, cortado en algunos para conseguir un mismo nivel en el plano superior de los cimacios.
En cuanto a los capiteles, de marmol blanco, existe una gran variedad. Predominan los de orden corintio sobre los del compuesto. Los hay romanos de excelente labra, ejemplares selectos que contrastan con otros mas rudos llamados visigodos. Algunos de los primeros tienen lisas sus pencas u hojas; no faltan campaniformes, del abaco circular y hojas muy estilizadas.
P/D.- Sigue

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
La forma de los cimacios es de tronco de piramide invertida de planta cuadrada. Descansa sobre los capiteles y apean a su vez los pilares.
Los arcos de herradura, entre los cimacios, van al aire. Exceden al semicirculo al prolongar su curva bajo el diametro horizontal del radio. Los completan dovelas de piedra -siete- que alternan con ocho grupos de tres ladrillos rojos puestos de canto. Sobre estos estan los arcos altos, semicirculares y de mayor grosor por el aumento de seccion del pilar; arrancan de las impostas y de una primera dovela petrea; existe el mismo numero de dovelas que en los arcos inferiores de herradura y con identica alternativa de piedra y ladrillos. Los trasdos a una arquivolta de pequeños ladrillos puestos de esquina.
Contra toda verosimilitud, contra su aparente fragilidad, la Mezquita resulta firme. La cimentacion es bien solida, hecha con sillares en seco y debajo mamposteria.
Ya una vez, habia descollado la cruz triunfadora sobre el magnifico cornizamento del templo de Jano cuadrifonte; ahora parecia eclipsarse el resplandor del santo Labaro, derribado de la famosa base antigua; y era que, efectivamente, le tenia reservado el Eterno como pedestal al monumento incomparable producido por el ultimo esfuerzo de todos los genios de Oriente conjurados contra el cristianismo.
Resuelve el cabildo entregar el templo con la condicion de que se le permita reedificar la basilica de los tres santos martires en los pasados años destruida, y admitida por el emir el pacto, autoriza el obispo la enagenacion. El arabe jactancioso manda al punto que se de a los cristianos el precio convenido, que reciben en dinares de oro, y les insta para que desocupen prontamente el local, porque ´Abd al-Rahman es ya de edad abanzada, y urge que los suntuosos despojos de Italica, Merida, la misma Cordoba, y otras ciudades monumentales de los orgullosos romanos, reciban su providencial colocacion en el soberbio edificio que levanta a Mahoma junto al gran rio de la Betica, la raza predestinada que avasallo a los antiguos dominadores del orbe en cuantas provincias reconocian la autoridad de Heraclio. LLenas todas las formalidades consiguientes al convenio celebrado, verificase la traslacion de las reliquias, vasos sagrados, imagenes y demas objetos religiosos al lugar provisional en que debia celebrerse el culto mientras se hacia la nueva iglesia, los cristianos mas fervorosos acuden a presenciar la remocion de aquellos amados objetos, a regar con lagrimas aquella tierra santificada con despojos de martires, a dirigir una mirada de tierna despedida a aquel magnifico templo, bajo cuyos dorados artesones habia un tiempo circulado, como trueno de nube fecunda, la voz del santo confesor Osio repitiendo los articulos del Simbolo que su inspirado labio habia dictado en presencia de Constantino en la asombrada Nicea.
P/D.- Sigue