Esta es la foto general de uno de los barrios más populares de Córdoba, nacido en los años veinte a la sombra de las vías del tren, como viviendas de ferroviarios y de trabajadores de la recién nacida Sociedad Española de Construcciones Electromecánicas. Sus primeras casas se construyeron en adobe y carbonilla prensada, y el barrio se mantuvo históricamente apartado de Córdoba por una zona de huertas que no fue ocupada por la expansión de Ciudad Jardín hasta los años sesenta y setenta.
El origen del nombre, según la Cordobapedia, está en la afición que algunos grupos de paisanos tenían de irse a jugar a las cartas al olivar que antiguamente ocupaba estos terrenos. Una vez allí, mandaban a los niños a las tabernas de la ciudad a buscar vino para que pasaran mejor la tarde los "borrachos de los olivos". Probablemente los que vivís por allí habréis oído unas cuantas versiones distintas a esta.
Lo que ha sido una sorpresa ha sido encontrar una referencia a este nombre mucho más antigua de lo que cabría esperar. Porque mientras habla de las zonas de Córdoba en las que se localizan ruinas de antigua población, que él no supo intepretar, menciona Sánchez Feria en su "Palestra Sagrada" del año 1772 una huerta con "olivos, que llaman Borrachos". Igual estaba allí, a kilómetro y pico de la vieja puerta de Gallegos, la primera zona de peroles que hubo en Córdoba.
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Foto tomada por Rafa Tena desde su paramotor: Córdoba desde el cielo.
1 comentario:
Veo con satisfacción que te estás empapando la palestra. Es un poco árida porque describe todos los santos y mártires de la ciudad, pero no me negarás que es una joya.
Yo me la chupé enterito, los cuatro tomos del tirón.
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