Con el sol tostando el valle del Guadalquivir, avanzaba el día 13 de junio de 1952. En algún punto de la ciudad se firmaba en ese momento la compra de la finca llamada de "Rabanales", para construir en ella la futura Universidad Laboral.
Al mismo tiempo, en algún cortijo al sur de la capital, un muchacho se llevaba el susto de su vida. Encontraba en el campo, con aparentes signos de vida, un ser diferente a cualquier otro que hubiera conocido. Un animal (?) totalmente deforme, morfológicamente inclasificable, que parecía incapaz de desplazarse y agonizaba en el suelo. Juzgándolo inofensivo, el chaval lo introdujo en una caja y se dirigió a Córdoba a la carrera.
Es muy posible que todavía haya personas que recuerden la entrada del chico por el Campo de la Verdad. La curiosidad y el miedo ante lo desconocido llenaban el ambiente, y acompañaban al muchacho hasta la calle de Gondomar, donde al fin se reunió un nutrido grupo de personas para admirar el fenómeno.
En pleno boom de los avistamientos de los entonces llamados platillos volantes (sólo cinco años después de que Kenneth Arnold los describiera por primera vez), un ser con un sólo ojo ciclópeo, dos trompas y una masa informe como cuerpo iba a producir inevitablemente la temida conclusión.
Y así, el diario Córdoba tituló en su portada del 14 de junio de 1952: "Un extraño fenómeno en Córdoba: ¿un habitante de otro planeta?". La noticia corrió como la pólvora, y la ciudad durmió aquella noche intranquila temiendo que, en cualquier momento, como sucedería años después en la película ET, los seres de otro mundo vinieran a buscar a uno de los suyos.
1 comentario:
Hola a tod@s!!!
Según estaba leyendo este relato, me ha hecho recordar el programa de Iker Jiménez, solo te falta poner una intro con imágenes del lugar y contratar a un joven cordobés corriendo como un loco.
Felicitarte por la idea de acerca las curiosidades de Córdoba al resto del mundo. Solo decirte que mantener un blog es algo duro, pero espero que la gente se anime a postear los artículos que esto te animara más a seguir.
Yo seré un perro fiel de este blog y espero que me sigas sorprendiendo con las historias no conocidas de Córdoba.
Un fuerte abrazo de un Abulense de pro.
Suerte y pásalo bien.
P.D: Si publicas un artículo de obras aquí en Madrid nos sobran las historias.
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