sábado, 9 de mayo de 2009

El arca de agua y la fuente de Mariblanca en la calle Montero

De pura casualidad, hace poco tiempo, me volví a topar con una foto que en el foro Calleja de las Flores se había tratado de ubicar en algún rincón de Córdoba, meses atrás. La imagen (1) inmortaliza a dos mujeres junto a varios cántaros, una fuente y un arca o depósito de agua a la espalda de la misma. Es una de las poquísimas imágenes que se conservan de este tipo de depósitos en nuestra ciudad, si exceptuamos, claro está, el que ha sobrevivido hasta nuestros días adosado a la Mezquita.

Al ver la foto, que debe pertenecer a la década de 1920, tuve la sensación de haber pasado recientemente por allí, y a los pocos días, sin quererlo, me encontré en el lugar indicado con una cámara de la mano. La plazuela que aparece en la imagen es la que se conocía con el nombre de Muladar de Mariblanca o Mari-blanca (en cordobés, muleá, me han apuntado), en la calle Montero. Aparte de la forma general de la plaza, es inconfundible la ventana que se ve en la pared de la derecha, que sobrevive aún hoy ligeramente ampliada hacia abajo. El edificio sobre el que se apoyaba el arca de agua ha desaparecido, con el depósito y con la fuente.

La fuente del Muladar de Mariblanca, según un artículo de Juan Aranda Doncel, se habría instalado en el cruce de la calle Montero con la de Rivas y Palma a finales del siglo XVII, dentro de un programa de mejora del abastecimiento de agua a la Axerquía. Esta fuente, al igual que la de San Lorenzo, la de la plaza de los Olmos y alguna más de la zona, estaba regada con agua del nacimiento de Miraflores, que procedía de las inmediaciones de los arroyos Camello y Hormiguita, en la zona del Marrubial norte y actual Chinales.

López Amo, en "Las aguas de Córdoba", nos indica que las aguas de Miraflores se perdieron por problemas en sus cañerías, y las fuentes pasaron a surtirse en el siglo XIX del agua de la Palma, que procedía del nacimiento del Sombrero del Rey en el arroyo Pedroche (cerca del Molino de los Ciegos, junto a las cocheras de Aucorsa). Así, cuando el archivero López Amo escribe su obra, ya nos habla de que el arca de agua de la calle Montero recibe cuatro pajas del depósito principal de la puerta de Plasencia (por la calle de los Frailes), que se distribuyen de esta manera:

  • Una paja y media para la fuente del Muladar de Mariblanca, cuyo derrame fue concedido en 1790 a la Hermandad de Ánimas de San Pedro a cambio del mantenimiento de arca y fuente.
  • Dos pajas y media para el Hospital de Jesús Nazareno (junto al Buen Suceso), con algunas condiciones de uso.
Ramírez de Arellano, en los "Paseos", se limita a mencionar lo horrible que es la fuente, y el hecho de que el nombre de Mariblanca le viniera por deseo de un corregidor de imitar la monumental fuente madrileña que estuvo en la Puerta del Sol.


Por cierto, ¿alguien tiene alguna sugerencia sobre la ocupación de la señora que está en la mesa? Cualquier idea es bien recibida.


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(1) Imagen del Archivo Municipal de Córdoba, referencia FO010101-A00188-0056 de la categoría "Actividades Municipales, 1925-1995".

4 comentarios:

paco dijo...

Por casualidad, por azar o por lo que fuere, di a parar en tu blog hoy, diez de mayo. Después de la primera impresión sobre la entrada de la plazuela de Mariblanca ( que después te comento), he de decirte que está todo muy trabajado y muy bien documentado. Pero a lo que iba...Alegría, sorpresa (siempre que uno aprende se alegra y se sorprende)y un montón de recuerdos porque...yo nací justo en frente de esa "plazuela", en el número 30 de la calle Montero hace ya muchos años, tantos, que yo era tan diminuto que, junto a mis amigos unas veces y otras con mis amigas, jugaba con unos al fútbol y con las otras a la tanga sobre ese tan pequeño y preciado espacio, que nos parecía grande. Evidentemente, no recuerdo la fuente, creo que ya no estaba (segunda mitad de la década 50 del siglo pasado.
En cualquier caso, gracias por traer gratos recuerdos.
(Te seguiré por aquí).
(En cuanto a lo de la señora, quizá pretendiera taparse de la máquina que todo lo guarda, pero sin quererlo del todo)
Saludos.

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
D. Ricardo de Montis y Romero, en sus Notas Cordobesas Tomo VI, hablando de Las Fuentes Publicas dice:
Tema de actualidad son las fuentes publicas en esta epoca de estio en que Cordoba padece los efectos de la escasez de agua (1925), no obstante la fama que tiene nuestra Sierra de poseer abundantes y riquisimos manatiales.
Antiguamente nunca se carecia de agua en la ciudad porque a la vez que llegaba a ellas mayor cantidad que ahora, el consumo era bastante menor por no haber el gran numero de habitantes que en la actualidad.
Las principales fuentes publicas fueron construidas en el año 1574 y en los sucesivos por disposicion del corregidor don Francisco Zapata Cisneros.
Muchas de ellas estaban en el centro de las plazas mas espaciosas y algunas en las afueras de la poblacion. A casi todas se le podia aplicar el calificativo de monumentales; eran de piedra, con grandes pilares para que sirviesen de abrevadero a las caballerias.
A principios del siglo XVIII fueron destruidas varias de las fuentes que el corregidor Zapata Cisneros levantara y algunas sustituidas por otras antiesteticas en grado sumo.
A mediados de la centuria ultima, habia veintiuna fuentes publicas dentro de la poblacion y nueve en su ronda.
La mas artistica de todas y la de mayor renombre por su antigúedad y por el sitio donde se halla es la del Potro a la que, antiguamente, las mujeres tenian que ir a llenar los cantaros provistas de cañas que sirvieran de tuberias conductoras del precioso liquido, desde los caños de la taza, unicos que tenia entonces a los cacharros.
Tambien es obra de muy buen gusto la fuente de la Piedra Escrita, llamada asi porque en su parte superior aparece grabada en la piedra, una inscripcion en que consta el corregidor que la mando construir y el año en que fue levantada.
Se puede aplicar el calificativo de populares a las fuentes de la plaza de Santa Marina y San Lorenzo, las cuales casi constantemente se hallan rodeadas de mujeres que acuden a proveerse de agua, no siendo extraño que se susciten disputas y reyertas cuando alguna hembra impaciente se obstina en llenar el cantaro antes que le corresponda por riguroso turno.
Hay otra fuente popular que tambien merece el dictado de historica, la de San Pedro.
Esta fue construida en la plaza de la Corredera, cerca del Arco Bajo. Cuando el rey D. Pedro I de Castilla visito a Cordoba, despues de haber sido derrotado en la memorable batalla del Campo de la Verdad, indignado porque las mujeres hubiesen tomado una parte activa en aquella, dijo deteniendose ante el pilar de la citada fuente que habia de llenarlo de senos de cordobesas.
Como la referida fuente constituyera un obstaculo para la celebracion de las corridas de toros en la Plaza Mayor, se la traslado a la de San Pedro y desde esta, al crearse el jardin que hoy la embellece, a la del Vizconde de Miranda, en que se encuentra en la actualidad.
Por igual motivo, o sea la creacion de jardines, se han trasladado tambien, durante los ultimos años, la de la plaza de las Cañas a la de la Paja y de la Magdalena del centro de aquel espacioso y alegre lugar, donde ha sido sustituida por otra circular, al sitio que hoy ocupa.
Hace cuarenta años (1885) la gente aseguraba que el agua de la fuente de la calle de la Feria servia para curar el dolor de estomago y otras enfermedades y, en su virtud, muchas personas la tomaban como verdadera medicina.
Andando el tiempo se comprobo que contenia germenes insalubres y desde entonces solo se utiliza para usos domesticos y para que la beban las caballerias.
P/D.- Sigue

Anónimo dijo...

El anonimo de siempre:
Fuente muy antigua y popular es tambien la Fuenseca, llamada asi porque siempre ha tenido escasa dotacion de agua. Esta coronada por una imagen de San Rafael.
En epoca ya lejana contrastaba con dicha fuente la del Caño Gordo, que arrojaba siempre, en invierno como en verano, una cantidad extraordinaria del precioso liquido.
Es una de las tipicas de nuestra ciudad, la preferida por los aguadores, que nunca faltaban en ella, cuando habia gran numero de hombres dedicados a este sencillo y modesto oficio que, segun frase popular, se aprende al primer viaje.
Pintores y fotografos han reproducido innumerables veces el Caño Gordo, juntamente con la preciosa capilla denominada de la Virgen de los Faroles.
Todo el vecindario de Cordoba ha demostrado siempre gran predileccion por el agua de la artistica fuente del Patio de los Naranjos de nuestra incomparable Basilica.
Mujeres de todos los barrios, aun de los mas distantes, acuden continuamente a llenar los ventrudos y limpios cantaros en el "cañito de la oliva" porque, segun una crencia muy generalizada, el agua de este es distinta mucho mejor que la de los otros caños.
Muchas personas de las que transitan por los alrededores de la Mezquita Catedral tambien aconstumbran a penetrar en el hermoso Patio de los Naranjos para beber sus exquisitas aguas, obligando a las mujeres, a cada momento, a interrumpir la faena de llenar los cantaros.
Hasta hace pocos años, en los dias de las grandes festividades religiosas, adornaban esta fuente con caprichosos saltadores, en cuyo centro el agua tocaba, al moverlo, un sonoro cascabel, constituyendo la admiracion y el encanto de los chiquillos.
Al mencionarse las fuentes principales, de amplios pilares para abrevadero de las caballerias, no se debe omitir las de la Puerta Nueva y de Baeza y de la plaza de San Andres.
Junto a cada una de estas fuentes jamas faltaba la tipica arropiera con su mesilla repleta de golosinas, figura genuinamente cordobesa que ya ha empezado a perderse, como todo lo antiguo y tradicional. (esto explica la señora y la mesa junto a la fuente de Mariblanca de la foto).
Entre las fuentes con pilares de piedra, adosados a muros de edificios, que han desaparecido o han sido sustituidas por otras de grifo, llamadas hoy de vecindad, figuraban la de las plazas de San Miguel y de la Trinidad y de las puertas de Gallegos, de Osario y del Puente.
Cerca de la parte exterior de esta ultima habia una fuente, llamada la del Piojo, que solo tenia de fuente el nombre, pues se asemejaba a un registro de cañeria subterraneo y en ella unicamente se podia recoger el agua, que era exquisita, introduciendo un cacharro pequeño en la especie de boca de alcantarilla de que brotaba el liquido.
Por ultimo, entre las desaparecidas, se hallaba una muy interesante, la fuente vieja de la Fuensanta, a la que, segun la tradicion, iban a proveerse de agua los martires cordobeses San Acisclo y Santa Victoria.
Tales eran las fuentes publicas de Cordoba en los comienzos de la segunda mitad del siglo XIX; ellas y la antigua alcubilla de la Puerta de Almodovar, construida por los arabes, surtian al vecindario en aquellos felices tiempos en el que el sostenimiento de la vida no constituia un problema de tan dificil solucion como ahora.
P/D.- Demos las gracias a D. Ricardo de Montis Romero, por estas bellas pinceladas que nos dejo de nuestra tierra.

Anónimo dijo...

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