Desde la época de las guerras civiles que pusieron fin al Califato cordobés (primera mitad del siglo XI), según los últimos datos arqueológicos, o desde los primeros tiempos de la dominación almorávide posterior, según la tradicional datación que aún defienden muchos autores, la Axerquía estuvo protegida por una larguísima muralla desde la puerta del Rincón a la Cruz del Rastro, que seguía el trazado de las grandes avenidas actuales.
A pesar de que existen extensos lienzos de muralla conservados, como el de Ronda del Marrubial, la calle Valencia o las cercanías del colegio de Salesianos, no se ha mantenido en pie ninguna puerta, siendo casi todas ellas sistemáticamente hundidas en el siglo XIX.
La primera se encontraba en el punto de inicio del muro y era la conocida como puerta del Rincón. No se conserva de ella ninguna imagen, como tampoco la hay de la puerta del Colodro, que se situaba en la plaza actual del mismo nombre, cerca de San Cayetano. Ésta última no existía durante la dominación musulmana, sino que fue abierta con posterioridad.
La siguiente entrada era la puerta Excusada o de la Misericordia , que se ubicaba por debajo de la avenida de las Ollerías, donde hoy está el control (pilona) que da acceso a la calle Cárcamo y a la Piedra Escrita. Al final del tramo conservado del Marrubial, en la plaza de los Trinitarios e inmortalizada por dos columnas, tenía su emplazamiento la puerta de Plasencia, antiguamente uno de los principales accesos a Córdoba.
Siguiendo hacia el sur encontrábamos la puerta de Andújar, también marcada por dos columnas que hay junto a la taberna de la Magdalena , y la puerta Nueva o de Alcolea, al final de la calle Alfonso XII, estando ambas puertas flanqueadas por la Facultad de Derecho. La puerta de Baeza, una de las más monumentales de la ciudad, se ubicaba al final de la calle del Sol (hoy Agustín Moreno), en el Campo Madre de Dios, y su situación está recordada por los cimientos de la muralla que son visibles a ras de suelo en el jardín.
Junto al molino de Martos y el antiguo convento de los Mártires se encontraba la puerta de Martos, derribada tras quedar muy dañada por el terremoto de 1755. Por último, es objeto de una larga discusión la ubicación exacta de la puerta de la Pescadería , de la que nada se conserva y poco se sabe, aunque no debía estar muy alejada de lo que hoy es la Cruz del Rastro.