En este tiempo de pérdida de tradiciones orales, hay un puñado de relatos que sobreviven agonizantes entre televisiones y videojuegos, tratando de transmitirse a una generación más. El oro macizo del interior de la Malmuerta es uno de ellos, otro algo más tangible es el del caimán de la Fuensanta y luego, entre otros, tenemos el del lago de las Tendillas. "El lago de las Tendillas". La expresión se me hace tan familiar porque llevo oyéndola desde el colegio, cuando sin tener una gran idea de qué podía significar, todos dejábamos volar la imaginación bajo la plaza.
Que hay un lago debajo de las Tendillas lo sabe todo el mundo. Basta con charlar un rato con el dueño de algún negocio de toda la vida por la zona para que te cuente con pelos y señales una historia, siempre distinta, sobre ese reino oculto. Al fin y al cabo, en eso consiste una leyenda.
Hace ya unos años, hubo una alegre discusión en el foro de la Calleja de las Flores en la que varios participantes estuvieron a punto de llamarse el nombre del marrano mientras buscaban un enfoque científico del tema. Se comentó, por ejemplo, que había existido un cierto interés por parte de la televisión autonómica para rodar un pequeño documental sobre el supuesto lago subterráneo del centro de Córdoba. También se llegó a decir que habían navegado barcas por un amplio curso de agua situado por debajo de las Tendillas, lo que habría dado origen a la leyenda del lago.
Evidentemente, cada uno de estos datos es un poco más alucinante que el anterior. ¿Hay realmente un lago debajo de las Tendillas? Pues un lago, propiamente dicho, probablemente no. Pero perfectamente podría haberlo, sin duda, porque Córdoba tiene aguas subterráneas para aburrir, y muchos habréis oído hablar del sistema de cuevas que recorre la zona del norte y centro de la ciudad.
¿Y de dónde salió esta idea tan peregrina que ha sobrevivido a lo largo de los siglos? Salió del subsuelo, de donde mana el agua que, efectivamente, hay justo debajo o cerca de las Tendillas. Y esto sí es real. Uno de los usuarios de Calleja de las Flores colgó una foto, nada más llegar, y afirmó: "yo he estado allí". Por la desaparición del foro con el ataque, y por el hecho de que él mismo la publicara, me permito ponerla encabezando la entrada. Su autor añadió que estaba tomada a muchos metros de profundidad, debajo del centro de Córdoba.
El caso es que para entender la leyenda del lago de las Tendillas, hay que visitar una casa en la que se mezclan el patrimonio y la tradición popular... la Casa del Agua de la calle Juan de Mena.
---
La foto pertenece al usuario La Colina. El resto de los datos sobre aguas subterráneas en el centro de Córdoba que se aporten en este blog serán de fuentes alternativas a este usuario, por motivos de confidencialidad y seguridad.
Bueno, los puertaosarienses se han adelantado a los ochopiquenses, que estábamos también indagando algo en el tema para publicar alguna que otra entrada ... a mi me lo contó (la historia del hipotético lago) mi hermano y me dejó boquiabierto.
ResponderEliminarhttp://unamiradadesdeelsur.wordpress.com/2009/02/17/las-dos-casas-del-agua-y-el-lago-subterraneo-de-las-tendillas/
La verdad es que todo esto empezó (para mí) en el foro antiguo de la Calleja. Pensaba enlazar el blog que pones en la próxima entrada, pero mejor así.
ResponderEliminarNo me cabe duda de que lo que a mi me contaron también procede en gran parte de la Calleja
ResponderEliminarAlguien puede comentar la leyenda de la Malmuerta, que no la conozco. Gracias
ResponderEliminarPues echa un vistazo aquí:
ResponderEliminarhttp://wikanda.cordobapedia.es/wiki/Torre_de_la_Malmuerta
O aquí:
http://puertadeosario.blogspot.com/2008/02/el-mensaje-de-la-malmuerta.html
Me he quedado sorprendido de este lago en la Plaza de las Tendillas, tengo 82 años y ha sido la primera vez que lo leo, indagaré algo más de esta leyenda.
ResponderEliminarMe encantan las cosas de mi Córdoba.
Sé de un familiar que trabajando en su juventud en la construcción, rehabilitaba un patio en una casa cercana a Tendillas. Aprovechando la ausencia de los dueños, entró en una pequeña puerta en el patio que le causaba interés. Contó que tras la puerta, descendían unas escaleras de caracol y que calculaba en unos 30 o 40 metros. Finalmente llegó como a una cueva que se perdía en el horizonte, en la cual estaba inundada de un agua verdosa, con grandes tinajas y sustentada la oquedad por numerosos arcos y columnas. Puedo preguntar a dicho familiar para que me dé más detalles de aquel lugar, aunque mantendré en reserva cual es la vivienda por ser propiedad privada; no quiero líos. Un saludo a todos.
ResponderEliminarFascinante. Gracias.
EliminarNo me extrañaría que esa casa de la hablas sea la Casa del Agua de Juan de Mena, por la descripción que das, pero podría ser otro lugar... cualquier detalle es bienvenido. Hay más datos en el último enlace que pongo al final de esta entrada. Mi dirección de correo es puertadeosario (arroba) gmail (punto) com. Está a la derecha en el blog.
ResponderEliminar