Hace pocos años, el callejero trajo al presente uno de esos nombres que estaban prácticamente olvidados. A la glorieta del polígono de Chinales, cerca del barrio del Naranjo y junto a las instalaciones de Baldomero Moreno, se le puso el nombre del escocés Duncan Shaw, uno de los personajes más curiosos de la Córdoba del XIX.
Es directamente imposible contar en una entrada todo lo que representó Duncan Shaw para la ciudad. Fue uno de los pioneros en el establecimiento de industrias modernas, un impulsor de nuevas tecnologías (incluyendo su destacado papel en la construcción del ferrocarril) y, además, el creador de una de las grandes polémicas sociales de la historia contemporánea de la ciudad, en su condición de creyente protestante.
Con motivo del establecimiento de las nuevas libertades que llegaron con la revolución de 1868 (entre otras, la libertad de cargarte el trocito de muralla medieval que lindaba con tu casa), Shaw entendió que era el momento de reclamar también el reconocimiento efectivo de la libertad de culto. El escocés había sido miembro fundador del Círculo de la Amistad y disponía de varios negocios, destacando una fábrica de plomo junto al arroyo de las Piedras. Esta posición social y económica le dio seguridad para escribir una carta en el "Diario de Córdoba" el 5 de enero de 1869, pidiendo el respeto al culto protestante en Córdoba, la separación de la Iglesia católica y los poderes públicos y que los políticos se pronunciaran sobre estas cuestiones antes de las elecciones.
La monumental bronca que se armó en la ciudad permaneció en las portadas del Córdoba durante varios meses, y a lo largo de enero Rafael Conde y Luque publicó una serie de artículos contradiciendo las opiniones de Duncan Shaw. Se fundaron periódicos en defensa del catolicismo y los círculos sociales más privilegiados de la ciudad cerraron sus puertas al escocés.
En 1871, además, con motivo de la muerte de un niño, primer miembro de una comunidad protestante que fallecía en Córdoba, Shaw decidió acoger en un anexo de su fábrica de plomo "Pozo ancho" el embrión del primer cementerio protestante de la ciudad. Dicho recinto permaneció en uso en el mismo el lugar hasta su derribo en 1959 y su traslado al cementerio de San Rafael. Por tanto, en la ortofoto del vuelo americano de 1957 debería aparecer, como se muestra en la imagen de la derecha. El punto naranja indica la situación de la fábrica, y me da la sensación de que el recuadro marcado por el punto amarillo podría ser el cementerio protestante (aquí se pueden ver algunas fotos del lugar en el siglo XX)
Se puede leer sobre su actividad comercial y otros aspectos de su vida en este artículo de José Cruz Gutiérrez, que incluye una curiosa imagen del personaje con el traje típico escocés. También es interesante este enlace.
No he conseguido dar con el documento que originó la polémica, pero en el periódico del 8 de enero de 1869 de puede ver parte del intercambio de comunicados en la penúltima página.
En cantidad de ocasiones, conocemos nombres de calles pero no nos paramos a pensar que supuso el personaje en cuestión en la historia de Córdoba. Gracias a vuestro blog vamos conociendo algo más de la Historia de nuestra ciudad.
ResponderEliminarSaludos
http://ventanadefoto.blogspot.com/
Muy buena e interesante entrada. Enhorabuena
ResponderEliminarEn un panteón de ese cementerio de protestantes colocó la acción de su primera, y magnífica, obra de teatro Antonio Gala. Los verdes campos del edén (1963). Eso fue cuando Gala era un escritor de teatro con obras redondas, las primeras, antes de pasarse a la comedia plumífera primero y a la novela de cartón piedra después.
ResponderEliminarEse cementerio fue siempre un lugar misterioso. A mí siempre me intrigó su existencia, pero nunca supe su origen hasta que me lo has revelado tú.
Me alegro de que te haya servido... A mí, que soy un poco analfabeto de literatura de verdad, también me has dado una idea, para cuando tenga tiempo.
ResponderEliminarTengo un leve recuerdo de la infancia en el cual visité con un tío este cementerio que estaba abandonado. Sus parillas servían de contrafuerte a chozos o chabolas. Era camino obligado para ir al Puente de Hierro.
ResponderEliminarHola soy E. DUNCAN SHAW me gustaria saber si soy desesdiente de Duncan shaw mi padre y mis abuelos son de cordoba ya fallecidos no se nada de la familia de mi padre por circustancias mi padre y mi abuelo son Duncan Shaw he buscado en internet y no encuentro nada donde puedo buscar, gracias
ResponderEliminarNo sé, la verdad, es curioso... porque supongo que sólo se debería heredar como apellido "Shaw". No tengo ni idea, francamente. Parece ser que esta página está mantenida por sus descendientes, puedes ponerte en contacto con ellos: http://sites.google.com/site/duncanshawcordoba/
ResponderEliminarBuen documento la foto de la portada del cementerio, la recuerdo muy parecida aunque no sé si es de la época que yo jugaba en ese lugar año 1962 o 63, vivía cerca de ese lugar y me atraído recuerdos de la infancia, no conocía la historia y por fin la puedo conocer esta y otras de Córdoba gracias a esta magnífica pagina de puesta osario, saludos para la persona o personas que realizan este magnifico trabajo,
ResponderEliminarHola quisiera realizar una consulta si puede ser, al este del cementerio de los protestantes a poco más de un kilometro transcurre el Arroyo de Casitas Blancas, hoy día canalizado nadamas pasar por debajo del canal del Guadalmellato, mi pregunta es la siguiente recuerdo que pasábamos este arroyo por un puentecillo de piedra como a unos quinientos metros del canal, quisiera saber si enrealida era un puente o no, no sé si con la construcción del polígono de chínales se descubrió algunos restos de épocas anteriores, pues recuerdo que no parecía un puente por su aspecto y su pavimento estaba como arqueado, gracias por permitirme este atrevimiento,
ResponderEliminarNo me consta que el tal E. Duncan Shaw se haya puesto en contacto con la familia (no es tan difícil) y por supuesto estamos interesados en saber de cualquier Shaw de Cordoba, aunque me temo que a este hombre le faltan muchos datos. Saludos. Arturo Shaw
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