Me contaba las broncas de su madre por atreverse a cruzar la carretera sola, explorando más allá de San Cayetano, hasta los Santos Pintados. Y me preguntó si tenía idea de por qué se llamaba así ese lugar. Bueno, pues esto ya se habló en el blog de Laurentino y en alguna entrada vieja de este (en los comentarios).
El casi perdido topónimo de los Santos Pintados (que se aplicaba al cruce de caminos, y más tarde al paso a nivel que allí existía) empieza a desvenecerse a mediados del siglo XX, cuando ya había desaparecido el motivo de su existencia, y el cuartel de Automovilismo empezaba a servir a los cordobeses como referencia para ese lugar. Posteriormente, la glorieta de Almogávares terminó de eliminarlo del recuerdo popular, sobre todo entre los más jóvenes.
Los Santos Pintados en el plano de 1884 |
Formaba una especie de retablo de material con dos cuerpos: el primero se componía de dos pilastras y un arco en el centro dividido por una gran cruz de relieve, y pintados en los lisos las imágenes de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, fundadores de los Carmelitas Descalzos. El segundo cuerpo era un cuadro con dos remates a los lados, la Virgen del Carmen en el centro y una cruz de piedra con que remataba.
Y esa viene siendo la historia del lugar, por lo cual, y aunque ni le conozco ni le sigo habitualmente, tengo que estar de acuerdo con este señor que pide en el periódico la vuelta del topónimo histórico del lugar.