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martes, 8 de septiembre de 2009
La variación del cauce del Guadalquivir en el Arenal
El gran caudal del Guadalquivir, y la manera en que los diques y murallones han aislado al río a su paso por la ciudad, dan la falsa impresión de que se trata de una bestia inamovible, demasiado grande como para sacudirse y serpentear variando su trayectoria en poco tiempo. Pero en realidad, antes de que se exageraran las diferencias de altura entre el cauce y la ribera por la acción humana, el Guadalquivir era un río poco profundo transcurriendo por un relieve bastante llano.
Es fácil tocar el fondo del río con la pala de una piragua, por ejemplo, casi en cualquier punto de su cauce. Y si no fuera por los lodos depositados, que lo convierten en una verdadera trampa, se podría cruzar andando en muchos lugares sin que llegara a cubrir por completo. Es por ello que, durante las antiguas riadas, el agua invadía nuevas zonas y, si resultaban más favorables, se quedaba allí. Así, y según un magnífico trabajo de David Uribelarrea (U. Complutense) y Gerardo Benito (CSIC, Instituto de Recursos Naturales), el Guadalquivir ha variado en los últimos milenios su cauce, dejando antiguas madres en lo que hoy es el barrio de la Fuensanta, y en la zona de Mercacórdoba. Este último canal, que aparece en la imagen como "Madre Vieja", ha sido ocupado en tiempos históricos por el río cuando las crecidas superaban los 2500 metros cúbicos por segundo de caudal, lo que ocurrió por última vez en 1963.
Una vez que el río, en su desplazamiento hacia el sur, se encontró con los acantilados que marcan el abrupto comienzo de la campiña, descargó sus energías en un desplazamiento hacia el oeste, durante el último milenio, que poco a poco fue erosionando su orilla izquierda y amenazando con trazar una línea recta por la espalda del Campo de la Verdad, al pie de la iglesia del Cerro, y dejar en seco el puente Romano.
El movimiento de los últimos 500 años (en la imagen, la flecha junto a 500yr BP) se ve claramente en la superposición que encabeza el post, donde se compara el plano de 1851 con la vista actual. Tiene algunos defectos, pero se basa en la posición de la parroquia del Campo de la Verdad y el molino de Martos, así que es bastante fiable. En ella se puede ver cómo la zona del Eroski casi hasta la Cuesta de la Pólvora y la ermita de los Mártires estaba ocupada por el río, y el azud de Martos, que ahora quieren hacer creer que se va a reconstruir, en realidad necesitaría un trazado totalmente nuevo para recobrar su funcionalidad.
El murallón de San Julián se puede ver en la imagen de Uribelarrea y Benito, y también en la superposición. Queda claro, por fin, cómo el río saltó de un lado a otro de la barrera durante el siglo XIX, aunque no fue un proceso rápido, sino que requirió de décadas (siglos) de acción erosiva.
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Información e ilustraciones 2 y 3 de: Uribelarrea y Benito, Fluvial changes of the Guadalquivir river during the Holocene in Córdoba (Southern Spain), Geomorphology 100 (2008), 14-31.
Qué grande eres Puerta. Me dejaste fascinado con el post anterior del murallón de san Julián, y este ya ha sido el remate. Sabía de la existencia de otros cauces del río por la zona, y de la existencia de piscinas, pero siempre como consecuencia de fuertes riadas que dejaban inundadas esas partes del cauce.
ResponderEliminarLa verdad es que siempre me he preguntado por qué Córdoba nunca ha tenido una expansión urbana hacia el sur, por el otro lado del río, y puede que esta sea una buena explicación. De todas formas ¿sabes algo más sobre esta nula expansión urbana al otro lado del río?
Hola, no deja uno de aprender cosas con este blog... mi más sincera enhorabuena por esta entrada y por tantas otras que nos descubren gran parte de la historia oculta de nuestra ciudad. Con tu blog estás haciendo una impagable labor de pedagogía sobre la historia de Córdoba para que los cordobeses y foráneos la conozcamos cada vez mejor. Un saludo y mi enhorabuena de nuevo.
ResponderEliminarTalbanés
http://talbanes.spaces.live.com/
Tenemos que quitarnos el sombrero todos tus lectores, señor Puerta. Es impagable la labor divulgación histórica desinteresada que haces en el blog. Suerte y adelante.
ResponderEliminarMuchas gracias, gente... Talbanés, no te había enlazado todavía a estas alturas de la película. Está corregido.
ResponderEliminarY sobre lo que pregunta lamalgama... pues no sé, la verdad. Yo creo que un poco de todo: el río, el peligro en épocas de inestabilidad al no poder refugiarse tras la muralla (y digo hasta el siglo XIX, no cuando los moriscos), incluso la falta de agua potable, según se lee en algunos sitios, aunque estuvieran al lado del río.
Enhorabuena, Puerta. Entre bibi y bibi me he leído tus últimas entradas, que están muy bien explicadas.
ResponderEliminarPERO... (I) me toca hacer de abogado del diablo, sobre todo para ponerte a pensar, algo que haces muy bien.
Mira, partiendo de la base de que considero a E. León un buen arqueólogo y de que no he leído su trabajo en Anales 16, ni la explicación a la secuencia estratigráfica, hay algo de raro en todo esto.
De entrada, si te das una vuelta por el lugar, el llamado "murallón de San Julián" tiene una forma muy rara. De hecho, hace una pendiente cuya inclinación va hacia el río. Esto indicaría que, más que una muralla o malecón, parece un embarcadero. Si te pones en el puente de El Arenal, y miras hacia donde está lo de las piragüas, se parecen mucho, por no decir que son lo mismo (el viejo, claro, viejo y roto). Además, otro detalle constructivo: los sillares tienen un módulo muy similar al usado en las construcciones califales, y casi idéntico al arrecife que se excavó en 1993 en el Paseo de la Ribera, al sur del Alcázar de los Reyes Cristianos.
...(II)
ResponderEliminarEste arrecife tiene fecha califal. En cuanto a lo de las antiguas "madres" del río... en fin, se basan en estudios geológicos que, como dice lamalgama, sabemos que funcionaban durante las riadas, pero no siempre.
Otra cosa. Los planos antiguos pueden considerar cauce una amplia zona inundable.
Entonces, si esto no es el murallón de San Julián, ¿qué es? Hace años, me enseñaron una foto donde, en la zona de El Arenal se veía una torre hecha de tapial (o por lo menos lo parecía). Lo que ocurre que la zona fue usada de cantera de grava y todo entre el Eroski y la actual Feria un boquete enorme. Incluso se habla de hallazgos sustuosos, que han servido a algunos para proponer la ubicación del palacio de Almanzor, al-Zahira, en esta zona.
...(III)
ResponderEliminarBueno, espero haber suscitado tu interés y puesto a funcionar tu magnífico cerebro. Aquí tienes material para muchas más entradas. ¿al-Zahira? ¿te imaginas? Tal vez E.León tenga razón, pero... ¿y si es otra cosa?
Aquí tienes un misterio para investigar.
Yo, me vuelvo a mis bibis. Tengo más información y bibliografía, pero casi prefiero que seas tú quien la busque.
Un abrazo y enhorabuena otra vez.
Es tentador, Jerónimo, pero no me cuadra demasiado. Si yo fuera Almanzor, la verdad es que no pondría mi ciudad palatina de tres mil millones de dinares en la zona inundable más vulnerable de toda Córdoba. Arjona (creo que en un libro suyo vi la foto que dices de las graveras) la ubica en el Caipo, como sabes, y el artículo que cito en esta entrada hace una simulación de alturas inundables y basándose en eso coloca al-Zahira cerca del molino de Lope García, que es una zona un poco más elevada.
ResponderEliminarLa inclinación que comentas no la veo... se ve el murallón roto en dos partes, una que sigue vertical (más cerca del puente) y otra que está caída, vencida y con algunos sillares sueltos, precisamente como quedaría si el río la embistiese desde el este.
Pero la clave, yo creo, es que el murallón no era sólo el murallón. Ahí había mucho más en el siglo XVI... Y eso puede ser lo que salió en la gravera. Dame algunas entradas más de margen (vaya mes, me está gustando) y a ver si te convencen.
Feliz trabajo, hacer biberones.
El anonimo de siempre:
ResponderEliminarLas instalaciones que mas destacan entre las que se situaban en el entorno del rio, son los molinos harineros, conocidos en el siglo XV como aceñas por tratarse de ingenios de rueda vertical, y destacan tanto por ser los mas abundantes (no menos de siete aceñas se ubicaban en el siglo XV en el tramo comprendido entre los modernos puentes del Arenal y de San Rafael) como porque de ellas quedan hoy dia los restos mas notables al haber sido las ultimas que dejaron de funcionar (hubo molinos de harina, como el de San Antonio, ubicado en la orilla izquierda del rio junto a la Calahorra, que estuviero en uso hasta mediados del pasado siglo).
Estaban instalados en las presas (azudas) denominadas de San Julian, ubicada en el meandro que forma el rio a su entrada a la ciudad entre los sectores urbanos de Miraflores y El Arenal, y del Puente, situada junto al puente viejo. La existencia de ambas presas esta documentada desde epoca musulmana: la del puente mayor, aparte de las muchas menciones que sobre ella proporcionan autores de los siglos X al XII (al-Razi, Idrisi, etc.), esta testimoniada ya en el siglo VIII por una cronica que alude al molino de Kulayb, luego conocido por el nombre de Culeb en el siglo XIII y mas tarde como de Don Tello. De la presa de San Julian no se han encontrado menciones tan antiguas, pero el molino de Martos existia ya en la primera mitad del siglo XIII pues fue donado por Fernando III a la Orden de Calatrava en el repartimiento de inmuebles efectuado por el monarca inmediatamente despues de la conquista, en 1238, con lo que su origen (y el de la presa donde se asienta) es claramente islamico.
Durante el ultimo tercio del siglo XVIII se proyectaron obras de envergadura con las que se pretendia evitar las perniciosas consecuencias del estrangulamiento del meandro del Guadalquivir o de las inundaciones del rio, cuyas aguas socavan las antiguas murallas de la ciudad.
Con el fin de solucionar el riesgo de desplazamiento del cauce y la consiguiente destruccion del barrio del Campo de la Verdad por las aguas del Guadalquivir se levanta en la margen izquierda un murallon en el sitio conocido con el nombre de Peñas de San Julian, cuyas obras se terminan en 1779.
P/D.- Puerta, estoy contigo en la ubicacion de al-Zahira, puesto que en el saqueo que se le hizo, tambien le ocurrio igual a la Almunia de Rabanales que estaba muy cerca de ella, y por el nombre y la topografia del terreno no corresponde en absoluto con el sitio del Ballis, otro dato es el camino de Rabanales hacia el Guadamellato que pasaba por al-Zahira, no es posible que la podamos poner en la orilla izquierda del Guadalquivir, otro dato que creo hay que tener en cuenta es; seria por este sitio por donde la caballeria del Alcazar pudo pasar al existir una azuda, y poder reprimir por la retaguardia a la gente del Arrabal. Creo se deberia escuchar a Jeronimo en cuanto a la posible factura califal, por el contrario esta zona en la antigúedad, no estaba poblada, tanto es asi que se la conocia como Los Corrales, y las gentes del lugar tenian que ir por agua, nada menos que al Patio de los Naranjos; intentare localizar mas informacion que pueda arrojar mas luz sobre el tema, aunque como te he dicho es de dificil lozalizacion.
Si no me equivoco Jerónimo no quería en ningún momento ubicar al Zahira en la margen izquierda, sino en la derecha. En cuanto a la azuda de San Julián... dame tiempo, voy poniendo las cosas por partes. Quiero tratar ese tema también, de hecho está escrita la entrada ya.
ResponderEliminarEl anonimo de siempre:
ResponderEliminarHa sido muy importante el papel desempeñado por el rio Guadalquivir. Este supone una barrera natural que intenta ser salvada por el Puente Romano, interrumpido en no pocas ocasiones a causa del desplome de alguno de sus arcos o francamente insuficiente ante las nuevas necesidades que se le plantearon por el trafico moderno.
El peligro de las constantes inundaciones es un verdadero obstaculo para la expansion al sur, ocasiones en que las aguas arrasan toda la edificacion existente en el lobulo del meandro que a su paso por Cordoba forma el Guadalquivir, que en una continua labor erosiva ha ido aminorando la superficie de este lobulo. Ante tal circunstancia y las continuas quejas del vecindario se lleva a la practica, a partir de 1912, el proyecto de defensa del barrio del Espiritu Santo con la construccion de los espigones contemplados en el mismo. A consecuencia de las inundaciones que siguen asolando a la ciudad y afectando especialmente a la margen izquierda, en 1957 se inician las obras del proyecto de Encauzamiento y Defensa del Rio Guadalquivir en Cordoba.
Junto a estos factores de aislamiento y peligro de inundacion existen otros que simultaneamente hacen que los cordobeses manifiesten una cierta resistencia a la expansion meridional de la ciudad, lo cual queda reflejado en que, aparte del enclave historico del Campo de la Verdad, las primeras ocupaciones en esta zona sean de grupos de chabolas y que tan solo de la mano de la iniciativa benefica, y practicamente nunca de la privada, vaya ocupandose este terreno y formandose la periferia sur de la ciudad.
P/D.- Seguire intentandolo
Puerta enhorabuena, que excelente trabajo de investigación. Y sobre todo muy didáctico que nos lleva a pensar como se ha ido modificando el cauce. De hecho muchos cordobeses hemos visto como ese cauce se modificó cuando quitaron el azud del Molino de Martos, depositándose en el meandro del mismo toda esa sedimentación que cubrió los siete metros aproximadamente de profundidad del trampolín de la terraza del molino.
ResponderEliminarEsa modificación ha sido en nuestro tiempo, a partir de ahí ya no ha habido grandes avenidas que modifiquen mucho.
Reitero mi admiración por el trabajo. Un abrazo.
No puedo aportar nada porq soy profana en lo q dices y me limito a leerte y a aprender. Gracias por compartir lo q sabes y mucho ánimo para seguir
ResponderEliminarFelicidades a los autores.
ResponderEliminarMuchos trabajos como éste hacen falta en el resto del cauce. Alguien ha reparado en el meandro abandonado al norte de Villa del Río?
Saludos
El anonimo de siempre:
ResponderEliminarConfuso es el origen del pueblo que nos dices, amigo Alimoche, parece ser, procede de un primitivo nucleo romano, el que, segun algunos comentaristas, fue llamado Ripa, del que nos habla Plinio (N, II, III, 10). Otros historiograficos la identifican con un reducido nucleo poblacional ibero que, abandonando, utilizarian los romanos para crear un pequeño poblado, destruido mas tarde por los vandalos. A partir de estos vagos antecedentes, el nombre de esta poblacion no aparece hasta despues de la Reconquista, que figura como una fortaleza sin poblado alguno. El primer testimonio documental sobre Aldea de Orabuena -que no aparece en las cronicas que hacen referencia a la conquista de diversas localidades cordobesas por los cristianos- es de abril de 1260, asi se la conocio hasta la segunda mitad del siglo XIV, desde su conquista por las tropas de Fernando III y se la llamo Aldea del Rio desde ese momento hasta el siglo XVII y a partir de ahi con el nombre de Villa del Rio.
Sin duda, el testimonio arqueologico mas monumental de la zona lo constituye el puente sobre el arroyo Salado de Porcuna, los romanos le dieron un gran arco central y dos mas pequeños a ambos lados, separados por dos mas pequeños arcos de alivio, y un tercer arco en la margen derecha que ha permanecido largo tiempo totalmente cegado. En diciembre de 1986, se llevaron a cabo unas obras de limpieza promovidas por la Concejeria de Cultura de la Junta de Andalucia. Se detectaron dos zonas diferenciadas en cuanto a la configuracion constructiva del puente y que varios autores mencionan, una mas antigua con labrado cuidadoso de las piedras y dovelas con forma almohadillada (Romano) y otra zona con piedra de muy parecida procedencia, pero sin la labra tan cuidadosa de la primera y que parece de una actuacion posterior, dentro de la cual pudo haberse acometido el cegado del arco, que hemos expuesto, incluso se cambio el trazado de la zona cegada, quebrandolo por ser la zona de acometida del cauce del arroyo.
Garcia y Bellido midio 9 metros de luz para el arco central. Esta no concuerda con la publicada por C. Espinosa, quien midio 9,10 metros y el oculto dio cuando pudo ser medido 2,25 metros. Thouvenot midio 8,90 metros, P. Sillieres igualmente midio 8,90 metros, Fernandez Casado 9,30 metros, Corzo Sanchez y M. Toscano midieron tambien 9,30 metros.
Melchor Gil, midio 8,90 metros para el arco central, 2,70 para el de la orilla izquierda, 3,55 para el de la derecha, 2,25 para el arco que estuvo cegado y 1,10 para los arcos de alivio. El ancho del puente entre fachadas es de 5,10 metros.
Francisco Perez Daza en 1996, midio para el arco central 9,00 metros de luz; para los laterales, el de la orilla derecha, el pequeño de alivio, 1,10 por 1,85, siguiendole un arco mayor de 3,50 metros, y al extremo el arco que estuvo cegado, hoy abierto en su totalidad, 2,30 metros. Para los arcos de la izquierda, el primero de alivio 1,10 por 1,85 siguiendole el correspondiente mayor con 2,95 metros, al final de este arco nos encontramos con el contrafuerte del arco perdido y que completaria la simetria del puente, como se dijo anteriormente, el ancho entre fachadas es de 5,10 metros, su perfil es alomado y la longitud es de 36,00 metros.
P/D.- Sigue
El anonimo de siempre:
ResponderEliminarHablemos ahora del asunto que expones amigo Alimoche: la confluencia del Guadalimar con el Guadalquivir, coincide con el final del arco trazado por este. En este punto, el Guadalquivir ha dejado atras 185 kilometros de su camino y ha sufrido una diferencia de altitud de 1.110 metros de los 1.369 desde su origen, hasta los 240 metros en la confluencia del Guadalimar; este tramo es el mas agreste y torrencial de su recorrido, quedando un camino de 503 kilometros con una diferencia de nivel de 240 metros ya mencionados. Lo que explicaria la navegabilidad de la que nos habla Estrabon. Cerca de este punto, el rio toma la direccion S.O. y se adentra en el antiguo golfo de Andalucia, ocupado hoy por la depresion Betica. Dicho cambio de direccion tambien era conocido por Plinio que dice: Tras abandonar la Ossigitania entra en Betica, donde su curso es tranquilo.
En efecto la entrada del Guadalquivir en la depresion citada constituia, el limite de las provincias Tarraconense y Betica, pues Ossigi se localiza al Este de Mengibar (Jaen), donde se unen el afluente y el rio principal.
El Guadalquivir, desde su origen, recibe de sus afluentes de mayor o menor importancia -rios, riachuelos y arroyos- el agua hasta llegar a una zona de gran importancia geografica e historica, donde tres rios, Guadalquivir, Guadalimar y Guadalbullon integran el trigono fluvial de una extensa region en la que, dada la abundancia de sus aguas, la fecundidad de sus tierras, la riqueza de sus entrañas y la suave llanura de su feraz campiña, fueron en pasadas epocas las principales causas de atraccion y asentamiento de aquellas primeras tribus iberas (turdulos, preferentemente). Dada la naturaleza del terreno que recorre y la reducida diferencia de nivel, el caudal aumenta ligeramente, tornandose gratamente suave.
Antes de llegar al nucleo urbano de Villa del Rio, situado en la margen izquierda, en el codo de un pronunciado meandro, ofrece una grata perspectiva y una aparete quietud de laguna. El Guadalquivir, a lo largo de su recorrido, se ha debido de transformar considerablemente con el paso de los siglos, quizas a causa de un regimen inconstante de lluvias y por las fuertes tormentas que ha desbordado sus rios afluentes y el mismo Guadalquivir, dotados de un gran poder de erosion y transporte, debido a la disposicion y naturaleza de sus lechos y la falta de proteccion de sus margenes, con permanente acarreo de sedimento que se ha ido depositando a lo largo de su curso, sobre todo, en su tramo alto y medio. Se han localizado restos de antiguas aceñas o molinos que eran movidos por el agua del Guadalquivir, esta villa, ha estado siempre complementada con factorias de aceite, como es el caso de la localizada en el Cortijo de Veguilla, la pujanza economica de esta zona, estuvo determinada por la cercania de la llamada Via Augusta y el Guadalquivir, los dos principales ejes de comunicacion de la Andalucia romana, y por la capacidad agricola de los terrenos de vega.
Pertenece a la zona del Alto Guadalquivir. Dista 52 kilometros de la capital y tiene una altitud de 168 metros sobre el nivel del mar.
P/D.- Espero sea de tu agrado.
Siento llegar tarde a estas entradas, pero mi descubrimiento de tu página es muy reciente.
ResponderEliminarEnhorabuena en cualquier caso por la misma.
Con la lectura de todas las aportaciones, y la puesta en cuestión por "anónimo" de si eso es el Muro de S Julián o nó, lo que me importa saber es si existe unanimidad no en que esa ruina sea el muro referido, sino si realmente el río Guadalquivir, en su entrada en Córdoba, ha cambiado realmente su curso. ¿Acepta eso "anónimo", es definitivo el estudio publicado po los dos especialistas aludidos?
Me interesa mucho también el testimonio, creo que fue en otra entrada, de la memoria de nuestros antepasados. La tradición oral es algo que se ha ido perdiendo, hasta el punto que es difícil remontarse, aún con ayuda de tus padres, a quién era tu bisabuelo. Seguramente en la mayoría de casos, al menos es el mío, eran gentes anónimas con poca "historia" que legar.
Siguiendo por esa senda, mi padre sí recuerda el año 1963 como otoño de lluvias torrenciales; la carretera de Palma del Río, a la altura de Hornachuelos, quedó cortada por días.
Me remonto más: Mi padre, en los años 30, vivió en La Calleja de las Flores y recuerda vívidamente los años de crecida del río, porque en el silencio de la noche (qué tiempos aquellos) el runrún del caudal era asombroso y provocaba toda clase de fantasías en un niño de 10 años.
Bueno, David, los datos siempre se pueden revisar con el tiempo, y a lo mejor la arqueología nos da una sorpresa, pero yo estoy totalmente convencido de que los restos del Arenal son del murallón de San Julián, que quedó cambiado de orilla por la variación del cauce. La unanimidad, que tú dices, depende de a qué te refieras con eso. ¿Cuánta gente conoce el murallón de San Julián? ¿Cuántos han investigado sobre eso?
ResponderEliminarUnos comentarios más arriba sugería Jerónimo, que es arqueólogo, que podría ser otra cosa, pero como hipótesis. Conocemos el murallón de San Julián por las fuentes escritas, y esos restos están justo en el lugar indicado.
El cambio del cauce a la entrada de la ciudad, para mí, está fuera de duda. Lo relatan las fuentes (Sánchez Feria, Ramírez de Arellano), los periódicos del siglo XIX, incluso las primeras fotografías de la zona del molino de Martos.
Anónimo de Siempre, gracias por la exhaustiva explicación, y disculpa por la prolongada tardanza (varios meses) en continuar este debate tan interesante. Pero en concreto, yo me refería al cauce abandonado que transcurre encajado en Sierra Morena (Como el de Alcurrucén) que en la actualidad se haya ocupado parcialmente por el cauce del arroyo de Carcomé. Puedes verlo por ortofotografía o modelos digitales del territorio. Éste meandro parece que ha pasado desapercibido en las descripciones de meandros encajados del Guadalquivir Medio...
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