La versión cordobesa de las líneas de Nazca, bajo la carretera de Trassierra. Así definió, en un momento de particular lucidez, el tabernero virtual de la Calleja de las Flores al yacimiento arqueológico de Turruñuelos, del que la mayoría de los cordobeses ni siquiera han oído hablar, y por encima del cual pasan estos días centenares de coches camino del fresquito de la sierra.
Una imagen vale más que mil palabras, y en la foto superior, tomada de Google Earth antes de la última actualización, se ven claramente las líneas que delimitan el yacimiento. Aun así, a partir de esta pequeña introducción de hoy, yo creo que habrá que decir más de mil palabras sobre la historia, la investigación y el olvido de esta zona arqueológica protegida por la Junta de Andalucía.
En primer lugar, un dato tranquilizador para los que han oído campanas de destrucción como consecuencia del futuro Hipercor. Turruñuelos no se toca, a corto o medio plazo, ni para bien ni para mal. No se investigará porque no hay pasta, pero no se construirá nada allí. La ciudad termina en el canal del Guadalmellato, y el Hipercor va en la zona de Turruñuelos, pero pegando a la Ronda Oeste.
Nada más pasar la gasolinera de la carretera de Trassierra, comienza una ligera subida hacia la planta asfáltica de la Diputación, enfrente de la cual ha habido históricamente diversas discotecas. Ese lugar es el punto más elevado de las ruinas subterráneas que se extienden a ambos lados de la carretera, como se puede ver clarísimamente en la siguiente imagen, que combina una foto aérea con el mapa de sombras del Modelo digital del terreno de Andalucía: relieve y orografía.
Se aprecia la existencia de un recinto amurallado parcailmente conservado bajo tierra, distinguiéndose los caminos que llegan a él y algunas de las puertas de entrada de esos caminos. La parte más alta debió corresponder al alcázar, o zona habitada principal. Las dimensiones del recinto de Turruñuelos son 530 por 380 metros, muy superiores a las de la zona visitable de Medina Azahara. Son, por tanto, los restos de una edificación de primer orden de época musulmana, a juzgar por los atauriques y capiteles que se han ido encontrando en la zona.
¿Qué fue Turruñuelos? Se ha sugerido tradicionalmente que fue una importante almunia de época califal, pero nunca se ha explicado de manera amplia, por la falta de excavaciones (apenas se tienen algunos datos de los años 60). Últimamente, Arjona Castro ha postulado que este sería el verdadero emplazamiento del palacio de al-Rusafa, en lugar del que ahora ocupa el Parador. Por último, los hallazgos de la zona de la Huerta de Santa Isabel podrían darle al recinto una función militar, siendo posiblemente el cuartel general del ejército del Califa.
Tiempo habrá de ir conociendo mejor cada una de estas teorías en el blog, de momento, basta con que más personas vayan descubriendo el tesoro escondido bajo la carretera de Trassierra.
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Más información y debate en la Calleja de las Flores
Foto de cabecera proporcionada por el Tabernero, la última es de Rafael Jiménez, que hace tiempo trató el tema en su blog cuando se veía al Corte Inglés como la gran amenaza para el yacimiento
Ya leí algo sobre este interesante lugar aquí:
ResponderEliminarhttp://rafaelji.blogspot.com/2007/05/alerta-turruuelos.html
Sí, Rafa fue de los primeros en avisar de que algo se cocía por la zona. Es de justicia citarle, ahora lo enlazo. Ahora por lo menos ya tenemos los planos y el proyecto de urbanización y sabemos que la zona está protegida, que no se va a construir... pero con eso no basta.
ResponderEliminarEl anonimo de siempre:
ResponderEliminarComo en muchas cosas aqui hay mucha duda, comencemos por saber, que la carrera meteorica que se le presenta a Ibn Abi ´Amir tiene su arranque por la peticion de Subh la Vascona la umm walad, hace y que pilla por sorpresa a al-Mushafi, para ser aceptado como intendente del principe ´Abd al-Rahman con sueldo de quince dinares al mes, lo recibio Ibn Abi ´Amir el 22 de febrero de 967 (9 rabi ´I 356), cuando aun no habia cumplido veintisiete años. Era un cargo de principiante, del todo provisional. Siete meses despues se le agregaba el de director de la Ceca, mucho mas brillante y remunerador. A fines del año siguiente añadia a sus funciones las de tesorero y curador de las sucesiones, y un poco mas tarde recibia el nombramiento de cadi de la circunscripcion judicial de Sevilla y Niebla. Por ultimo, el 11 de julio de 970 (4 de ramadan 359), a la muerte del principe ´Abd al-Rahman, se le encargaba oficialmente de la administracion de los bienes del joven Hisham, el principe heredero.
Aconsecuencia de una denuncia, Ibn abi ´Amir hubo de rendir cuentas y se disculpo con energia; pero es posible que le hubiera costado mucho trabajo hacerlo si uno de sus amigos, el visir Ibn Hudayr, no hubiera suplido el deficit de su caja. Salido con la frente alta de este apuro, que le hubiera muy bien podido costarle la libertad o, por lo menos, su posicion en la corte, Ibn Abi ´Amircontinuo disfrutando de la plena confianza de al-Hakam II, que en 972 (361), lo elevo a la magistratura de la shuria media, con lo cual quedo convertido en uno de los primeros dignatarios del Estado. El antiguo estudiante menesteroso, era ya un personaje respetado, rodeado de una nutrida clientela y poseedor de una considerable fortuna. Se hizo construir en el barrio de al-Rusafa una suntuosa residencia, en la que mantuvo mesa puesta para todo el mundo, sin ahorrar procedimiento para ensanchar mas cada vez, el circulo de sus amigos y de las gentes que le estaban obligados. En cuanto a sus relaciones con el primer ministro del califa Chafar al-Mushafi, seguian siendo excelentes.
Cuento todo esto, para darnos cuenta que un personaje asi no tendria un almunia cualquiera; pues bien quien me puede explicar que se le de tanta seguridad de ser al-Rusafa, cuando hay por medio la aparicion de un capitel, hallado en la excavacion de 1963-1964,fechable en el ultimo tercio del siglo X, en el que se lee "Obra de Sa´id ben ´Amir su siervo". Esto demuestra que los capiteles encontrados en el solar de la Diputacion Provincial en Turruñuelos son parte de los restos del palacio construido por Almanzor sobre el año 973, en el arrabal de al-Rusafa.