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miércoles, 15 de abril de 2009

Buscando el arroyo del Camello: recuperación de un topónimo olvidado (I)

(ver siguiente)

Hace bastante tiempo, en los primeros pasos del blog, se trató en una entrada sobre el arroyo que atravesaba la parte oriental del casco histórico de Córdoba, hasta finales del siglo XVIII. Este arroyo, que recibía diversos nombres según el barrio por el que iba pasand
o, entraba en la ciudad por las inmediaciones de la puerta del Colodro, procedente con toda probabilidad de la zona de Santa Rosa o Valdeolleros. Y a él hace referencia Francisco Carrasco en su libro "Arroyos de Córdoba", mencionándolo brevemente:

Venía de la Asomadilla por la Cruz de Juárez, Matadero Viejo, Puerta del Colodro, Santa Marina, San Andrés, San Rafael y San Lorenzo. todavía se oyen sus aguas por el pozo que hay en uno de los patios del Palacio de Viana. El alcalde mandó construir puentecillos de madera para cruzar las calles. Este arroyo se llamaba del Camello y ha aparecido su cauce cuando se realizaron trabajos para el ferrocarril de alta velocidad en estos años.

Posteriormente me fui encontrando varias referencias a un "arroyo del Camello" que nada tenía que ver con esta descripción, de modo que las expondré aquí, a sabiendas de que es un tema resbaladizo por basarse en nombres populares que van cambiando con el tiempo.

La descripción más detallada de la situación de este arroyo desaparecido bajo el asfalto de los barrios de Levante la proporciona en 1772 el médico y escritor Bartolomé Sánchez de Feria en su "Palestra Sagrada", cuando trata de precisar de manera exacta el lugar en el que Andrés de las Roelas se encontró con los Cinco Caballeros. El relato completo está en la siguiente imagen, pero abreviadamente, viene a decir que los dos arroyos que discurrían por el campo del Marrubial, el de las Peñas, las Piedras o San Cristóbal, que bajaba de Sansueña, y el de la Hormiguita u Hormiguilla, que venía de lo que hoy es la fábrica de cementos, confluían en un punto situado unos metros al norte del actual cuartel de Lepanto.

Además, explica que dicho arroyo de la Hormiguita, marcado en azul en la superposición de planos, había sido llamado desde antiguo "del Camello", hasta principios o mediados del siglo XVIII, cuando fue tomando el nombre de un pequeño arroyuelo que se le incorporaba desde el este. Sánchez Feria rechaza esa modificación, afirmando que debería conservarse en todo su recorrido el nombre del mayor y más largo, el del Camello.

Curiosamente, Francisco Carrasco sí menciona ese arroyo de la Hormiguita como un afluente menor de otro, al que denomina arroyo de Casitas Blancas, cuyo recorrido coincide con el atribuido al del Camello en el siglo XVIII por la "Palestra". Son el mismo curso de agua, llamado de distinta manera con una diferencia de dos siglos y medio.

Siguiendo la descripción de este arroyo de Casitas Blancas, y combinándolo con el plano de Córdoba de 1884, podemos definir el recorrido que seguía desde su origen hasta su desembocadura en el arroyo de las Piedras.

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