Hubo un tiempo, anterior a la dictadura del coche, en que los habitantes de los distintos lagares y cortijos que rodeaban Córdoba se desplazaban a pie o en sus monturas por pequeños caminos que se clasificaban en distintos tipos: cañadas reales, veredas, coladas, simples caminos del Municipio... Las vías tradicionales de comunicación recorrían como una tela de araña la sierra, la vega y la campiña, hasta que el éxodo rural y la construcción de carreteras concentraron la población en los grandes núcleos, y los desplazamientos en unas pocas rutas asfaltadas.
Los propietarios de las fincas, a veces por ignorancia, en la mayor parte de las ocasiones a sabiendas de que cometían un acto ilegal, fueron cerrando los caminos públicos que caían en desuso. Una de las tácticas más utilizadas en los últimos años ha sido la de abrir pistas forestales paralelas al camino tradicional, de manera que éste era abandonado y borrado por la vegetación. A continuación, se cerraba la pista por ser una vía privada, y el uso público por parte del ciudadano se veía impedido.
Sin embargo, aunque ya nadie necesite usar el camino para llevar su carro y aunque sólo un puñado de ganaderos perpetúen el uso de las principales coladas, los caminos públicos, del tipo que sean, no prescriben. No caducan. No pueden venderse, comprarse ni incorporarse a la finca colindante, o circundante, salvo orden expresa de desafección de la vía, figura que se utiliza, por ejemplo, para aquellas que van siendo absorbidas por la ciudad en expansión.
Con las fuentes adecuadas, como son los catastros de 1950 y el actual, por ejemplo, o las Ordenanzas Municipales de 1884, así como por los testimonios de los lugareños, se pueden localizar los caminos de nuestra sierra y exigir el libre paso por ellos, convirtiéndolos en una fuente de vida para el campo en medio del auge del turismo rural y senderista.
La Plataforma "A Desalambrar", radicada en Córdoba, lleva años denunciando el corte de vías públicas de comunicación, y poniendo en evidencia la pasividad de las Administraciones responsables, que son tanto el Ayuntamiento de Córdoba, cuyo Inventario de Caminos Públicos lleva años durmiendo el sueño de los justos, como la Junta de Andalucía, responsable de los interminables y muy mejorables procesos de deslinde (marcaje y recuperación) de las veredas olvidadas. "A Desalambrar" denuncia a los infractores, verifica el estado de los caminos y, en última instancia, garantiza con sus propios medios la transitabilidad de los senderos cuya titularidad pública esté bien documentada (en ocasiones, incluso reconocida por el propio Ayuntamiento). Para ello, el primer domingo de cada mes, sus miembros y simpatizantes se reúnen en la torre de la Malmuerta para recorrer a pie una parte de nuestra sierra.
Las Administraciones, por su parte, limitan su actuación a ocasionales intervenciones con gran eco publicitario, pero dudosa eficacia. Recientemente se han gastado 300.000 euros (50 millones de pesetas) en la apertura de la Vereda de Trassierra, con un trazado de unos seis kilómetros (8 millones por kilómetro, ni que fuera una autovía) que ya era en gran parte transitable, siendo necesarios algunos desbroces y vigilancia de libre paso.
Sólo el interés y la presión de los cordobeses, y su conocimiento de su propio medio natural, pueden impulsar la recuperación de este trozo de patrimonio común que nos ha sido usurpado.
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El apéndice cuarto de las Ordenanzas de 1884 es el que contiene la lista de caminos públicos. a partir de la página 7 del documento.
Es una gran labor la que realiza el grupo A Desalambrar para el conocimiento del patrimonio público. Desde aquí les animo a que sigan realizando su labor, a pesar de los "palos" que se llevan en muchas ocasiones.
ResponderEliminarEstimado Puerta.
ResponderEliminarBuen artículo el tuyo, pues esto es lo que hay. Los alicates se tienen que seguir usando por desgracia... Y las administraciones públicas deberían de velar y hacer cumplir los derechos de los caminos y de las personas.
Andalucía sigue siendo tierra de señoritos cortijeros, y el siwanismo (según el Dr.Perol...) está instalado en estos lares.
La lucha por la no usurpación del espacio público es la tarea de desalambradoras y desalambradores, y los alicates seguirán trabajando.
Y desde aquí os animo a participar en las jornadas que se van a desarrollar en Córdoba del 27-Febrero al 01 de Marzo y que participa ADesalambrar como miembro de la Federación Estatal de Caminos Públicos.
Salú...
Victorio
Admirable me parece la labor de A Desalambrar.
ResponderEliminarMuy buen artículo, ahí seguiremos intentando recuperar para los ciudadanos normales los que unos pocos nos han quitado. Como dice Victorio, os invito a las Jornadas por los Caminos Públicos, el viernes al Jardín Botánico a hablar sobre los caminos de Córdoba y el sábado al Albergue del Muriano para saber más de como solucionar esto y las cosas que pasan también en otros sitios, en las Jornadas por los Caminos Públicos.
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