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domingo, 5 de octubre de 2008

Un paseo por el Guadiatillo


Ahora que las mañanas se van refrescando y que el campo, una semana sí y otra no, se humedece con las lluvias de otoño (toquemos madera), es el mejor momento para salir al campo. Sobre todo si eres alérgico.

Así que aquí dejo una pequeña recomendación, por si alguien quiere pasear por una de las pocas zonas de nuestra sierra en la que las vallas no agobian al caminante. Siguiendo la carretera de Trassierra, tras pasar el pueblo, podemos continuar hasta cruzar el río Guadiato, transitando después entre pinares y sufriendo durante algunos metros un firme muy mejorable hasta llegar al segundo río, el Guadiatillo (km 26, aproximadamente), junto al cual hay espacio de sobra para dejar el coche.

Un paseo por esta zona, haciendo el menor caso posible de los carteles diseñados para espantar al caminante, puede darnos energía para enfrentar una semana entera en la ciudad. Podemos tomar hacia la izquierda, justo antes del puente, siguiendo río abajo un camino que se va elevando suavemente abriendo una vista del valle poblado de pinos. Los ciervos de la finca se dejarán ver sobre todo si llegamos temprano, las rapaces como las águilas reales (con mucha suerte) o las aguilillas calzadas se elevarán a media mañana aprovechando las térmicas, y después de caer cuatro gotas podremos ver a los trepadores y agateadores picoteando las cortezas ablandadas por el agua en busca de su alimento.

Si tenemos un día especialmente afortunado, que los hay, podremos ver, incluso a mediodía, cuando menos común resulta, a uno de los más escurridizos y tímidos habitantes de nuestros ríos. Allí estará alguna nutria, moviéndose a escondidas por la orilla y dejando ver las ondas en las charcas a su paso.

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La suerte de toparse con una nutria no es nada en comparación con la que supone cruzarse en el camino con este personaje. Suele pasar el primer domingo de cada mes cerca de la Malmuerta, a eso de las 10 de la mañana.

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