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viernes, 23 de noviembre de 2007

Juan Bernier

El carloteño Juan Bernier (1911-1989), le dedicó este soneto a Córdoba antes de que Córdoba le dedicara a él una plaza.


Amarillo perfil de arquitectura
de cúpulas y torres coronado,
torso de duro mármol cincelado,
estatua de ciudad. Córdoba pura.


Abres al valle virginal figura
a la que el Betis besa enamorado
y en tu más alta torre reflejado
el oro de tu Arcángel te fulgura.


Arena y cal, olivo, serranía,
enhiesto pino, palmeral ardiente
ciñen tu delicada argentería.


Relicario de siglos donde Oriente
engarza en vesperal policromía
tu albo destello ¡oh perla de Occidente!.


Poeta del grupo Cántico, superviviente de la Guerra Civil en que varios autores cordobeses fueron barridos por las armas, siguió dedicándose a las letras y a la arqueología mientras tuvo fuerzas, legando a Córdoba conocimientos sobre algunos asentamientos prerromanos y, sobre todo, una obra literaria de referencia para las nuevas generaciones de poetas de nuestra ciudad.

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