Durante siglos, a la salida de la Puerta de Gallegos, se alzó un edificio que tuvo, como foco de la religiosidad local, tanta importancia como la que después han ganado la Fuensanta o el santuario de Linares.
Existen varias tradiciones que indicarían que ya durante la dominación musulmana hubo en este lugar algún tipo de centro de recogimiento de una comunidad cristiana, pero son datos tan confusos que sólo se puede tener por seguro que, en la segunda mitad del siglo XIII, poco después de la conquista, se erigió el santuario de Nuestra Señora de las Huertas.
En una de las estancias en Córdoba de los Reyes Católicos, decidieron cambiar el nombre al santuario, pasando a llamarse de Ntra. Sra. de la Victoria, cuya imagen está muy relacionada con la conquista de Málaga en 1482, y por la que Fernando el Católico sentía gran devoción.
Poco tiempo después, se decidió la ampliación para albergar un convento de frailes Mínimos. El día 15 de agosto de 1510 se produjo la entrada de la comunidad, y durante tres siglos habitaron el lugar, hasta el año de 1810 en que sufrieron una primera exclaustración. La supresión definitiva vino en 1836, y en 1865 el edificio fue vendido al Ayuntamiento, decidiéndose su derribo, vencida la devoción a la Victoria por los años y por la necesidad de más espacio para la Feria de la Salud, que se venía celebrando en aquel mismo lugar.
El anonimo de siempre:
ResponderEliminarEl santuario de las Huertas y la imagen que en el se veneraba, eran objeto de una muy asidua y particular devocion de parte de los cordobeses al tiempo de la reconquista, y de este culto hay abundantes memorias en los siglos siguientes, asi en mandas de testamentos, como en procesiones y plegarias publicas. De uso de estos instrumentos, que en la disposicion testamentaria del dean D. Ruy Perez otorgada en 1391, se colige que el santuario de la Virgen de las Huertas, sin mudar su titulo, se habia convertido ya en beaterio y clausura de mujeres devotas, que se las llamaban emparedadas; y asi se le nombra constantemente en otros testamentos posteriores. Luego vemos establecida en este santuario una cofradia con el titulo de Nuestra Señora de Roque-Amador o Rocamador, fundada en epoca incierta. Ultimamente, en 1510, por donacion hecha a los religiosos de San Francisco de Paula o de la "Victoria" de esta santa casa con todas sus pertenencias, la cofradia de Rocamador se traslado al hospital de San Hipolito, dentro de la ciudad, hoy ermita de Nuestra Señora de la Alegria; las emparedadas pasaron tambien a otra casa, y la iglesia del antiguo santuario se conservo unida a modo de capilla, al nuevo templo que los religiosos de la Victoria levantaron. Tenia este templo y convento de Minimos, ya desierto, su situacion extramuros de la ciudad, cerca de la puerta de Gallegos y Almodovar, y en la escritura se lee la condicion de que habia de titularse Monasterium Santae Mariae de Victoria de hortis, para que se perpetuase la memoria de santuario tan antiguo.
P/D.- Sigue
El anonimo de siempre:
ResponderEliminarHasta la entrada de los franceces, subsitio al lado del altar de San Francisco de Paula, donde se habia colocado tambien la antigua imagen de Nuestra Señora, una tabla que a la letra decia asi: -Por la mucha humedad y oscuridad de la capilla que esta a espaldas de esta obra, y por el poco culto y escasa decencia con que en ella se servian el deposito del Santisimo Sacramento y las sagradas imagenes de Nuestra Señora de las Huertas o de Cuteclara, y de nuestro glorioso padre San Francisco de Paula, se sacaron y colocaron en este retablo y altar, que se les construyo el año de 1715.-
Al cerrarse esta iglesia al culto con la supresion de los regulares, la imagen de Nuestra Señora fue llevada a la colegial de San Hipolito y puesta en el altar de Jesus Crucificado.- Se tuvo ocasion de comtemplarla de cerca y detenidamente, en la sacristia del referido templo, donde se hallaba no sabemos por que motivo; y se observo en ella, algunas incorecciones que caracterizan las obras de escultura de los mas remotos siglos de la Edad Media. Extremos grandes y desproporcionados, formas cuadradas y sin esbeltez, miembros cortos y abultados que hacen aparecer a la figura enana, pliegues en cuya disposicion se advierten reminiscencias del clasico antiguo, y por lo tanto muchos mas correctos que los de la escultura de los siglos X, XI y XII, puramente convencionales y barbaros: todas estas son facciones propias de una creacion goda, y confirman hasta cierto punto la tradicion de ser aquella imagen, la misma que veneraron los santos martires del monasterio cuteclarense. Es de piedra, esta sentada, con el niño Jesus en el regazo, en el cual por cierto se halla el divino infante como hundido; y parece excusado añadir, que ambas figuras han sido repetidamente acariciadas en estos ultimos siglos por las brochas de los pintadores.
Estudio sacado del libro dedicado a Cordoba de Pedro de Madrazo, pp. 462-3.
Teodomiro Ramirez de Arellano, en el paseo octavo, nos aporta bastantes datos de lo que aqui tratamos; pero hay en el, una narracion en la pagina 322 respecto al suceso de Sancho de Herrera, en el que se describe que a las afueras de la puerta de Gallegos "los cuatro se marcharon a la barbacana que habia frente al convento de la Victoria".
Tambien nos comenta en la pagina 323, que "El egido de la Victoria es cruzado por el arroyo del Moro que baja de la sierra por la Agricultura".